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Rafael Morata, el guardián del cine de autor

Rafael Morata, el guardián del cine de autor
Rafa Morata
Rafael Morata

Ceuta no es ciudad para cinéfilos. Una isla casi desierta de celuloide donde tan solo llegan los éxitos de taquilla y donde solo Almodóvar (o con suerte Woody Allen) es autor con licencia para estrenar. Un erial cinematográfico con heroicas excepciones que hacen las veces de guardianes del cine. Una de ellas, el cineclub ‘El cine por delante’ de la Biblioteca Pública de Ceuta, iniciativa de Rafael Morata, merece mención aparte. Él es el guardián del cine de autor en Ceuta.

Rafael Morata, docente, sindicalista, bloguero y cinéfilo, es el antihéroe de esta historia. Un apasionado del cine de autor y enamorado de Fassbinder, coleccionista de delicatesen de la historia del séptimo arte con más de mil títulos en sus estanterías, que un día decidió que, a falta de una filmoteca (la más cercana está en Sevilla) era hora de que Ceuta tuviera al menos un cineclub. Y qué mejor que la Biblioteca para acogerlo.

Así nació ‘El Cine por Delante’, en homenaje a ‘La vida por delante’ (1958) de Fernando Fernán Gómez. Un cineclub que cada semana ha ido creciendo y a cuyos asistentes guarda un especial agradecimiento Rafael Morata, especialmente a los más fieles. “Estoy muy contento, sobre todo con los fijos, Los que van sí o sí y además la horquilla de edad se ha ampliado, al principio iba gente mayor, pero ahora es más heterogéneo. ‘El cine por delante’ de Morata es, junto a Beber de Cine y la Muestra de Cine Multicultural, uno de los pocos oasis cinematográficos en los que poder sumergirse en ese otro cine que no llena salas pero hace historia. Este miércoles celebrará su última cita, con ‘La Vie de Bohème’ (1992) del director finlandés Akis Kaurismaki,  partir de las 19.30 horas en la Biblioteca Pública ‘Adolfo Suárez’.

En su primer año, por ‘El Cine por Delante’ han pasado Truffaut, Buñuel, su adorado Fassbinder, Regueiro, Fernán Gómez y este miércoles 26 de julio cerrará la temporada con Akis Kaurismaki. Colección de autores que dan una idea de la doble vertiente de la pasión cinéfila de Morata: el cine español  y el cine europeo, en especial Rainer W. Fassbinder, su cineasta fetiche. Así como Trueba creía en Billy Wilder, Morata cree en Fassbinder.

Blog de referencia

Rafael Morata tiene un blog dedicado íntegramente al cineasta alemán, casi una enciclopedia de Fassbinder que creció hasta convertirse en la principal referencia sobre el autor. Un blog enlazado desde la web oficial del cineasta y recomendado en escuelas de cine. Teclee Fassbinder en Google y comprobará que www.rafamorata.es es la primera recomendación tras Wikipedia, Imdb y Filmafinitty y el enlace de El País sobre la muerte del director y dramaturgo en 1982.

La pasión por el cine de Morata nació en una sesión de tarde en el Terramar, mientras esperaba a que su padre saliera del trabajo. Vio ‘Una mujer de cabaret’, de Pedro Lazaga y con Carmen Sevilla, un drama romántico sobre una actriz con problemas de alcoholismo . Aquella película, muy probablemente, admite, tenga la culpa de su debilidad por los melodramas.

Tampoco era precisamente infantil la segunda película que marcó a aquel incipiente cinéfilo de diez años: ‘Cría cuervos’ (1976), de Carlos Saura, vista con sus padres un sábado en una sesión de tarde de TVE. No entendió nada, pero le fascinó, recuerda. Ya tenía el veneno del cine corriendo por las venas. En COU dedicó su trabajo de historia a Buñuel para sorpresa de sus profesores, atónitos ante un adolescente cinéfilo.

Un interés por el cine  que subió un escalón al descubrir un ciclo de Josef Von Sternberg y su ángel azul, Marlene Dietrich. “Era el tipo de cine que estaba esperando, barroco, melodramático, con la mujer como piedra angular, con personajes femeninos con mucha fuerza", recuerda. "Y  dos años después descubrí a Fassbinder con ‘Las amargas lágrimas de Petra Von Kant’ y se cierra el círculo”, recuerda Morata tomando un café con Ceuta al Día.

Como buen cinéfilo en Ceuta, no va al cine -salvo si estrena Pedro Almodóvar, otra de sus debilidades-. La filmoteca más cercana está a 444 kilómetros (en Sevilla), la versión original subtitulada es una quimera en Ceuta y el cine de autor, especialmente los clásicos, no tiene hueco ni en la cartelera, ni casi en la mayoría de las plataformas digitales. Así que Morata compra DVD y BlueRay. Tiene más de un millar. “No fumo, no bebo, no salgo…”, se ríe.

Su pasión por el cine sigue muy viva y sigue haciendo pastoral, con su blog, con el cine y hasta en el trabajo. “A mis alumnos de primaria les he puesto ‘Tiempos modernos’ de Chaplin “y los chiquillos se reían un montón”. “Había un alumno que no tenía ni idea de que existiera un cine mudo y en blanco y negro”, recuerda. Lo triste, es que no solo los más pequeños desconocen la existencia de otro cine más allá de los blockbuster y las sagas de acción.

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