El Lunes Santo ha echado el cierre al son de las cornetas que han acompañado al Santísimo Cristo de la Vera Cruz y a Nuestra Señora del Desamparo durante todo su recorrido procesional.
Como cada curso, el paso de la cofradía que agrupa a las funcionarios de la Administración local ha tenido como punto de partida la Parroquia de Santa María de África. Allí, en los aledaños del santuario de la Patrona de todos los ceutíes, varios centenares de curiosos han permanecido 'apostados' hasta el mismo momento de una salida que no se ha hecho esperar.
Fiel a su cita, las puertas del templo se abrían poco después de las siete y media de la tarde. Para alegría de los más devotos, el parte meteorológico acertó de cabo a rabo: el Sol resplandecía a la par que soplaba una ligera brisa primaveral que devenía en una combinación perfecta tanto para espectadores como para procesionarios.
Tras un breve momento de tensión provocado por el desnivel que hay justo en la entrada de la iglesia, el paso partía triunfante hacia el exterior al acompasado ritmo de la sevillana Banda de Cornetas y Tambores Sagrado Corazón de Jesús. Se iniciaba, así, un sentido desfile que, a buen seguro, permanecerá largo tiempo en la retina de aquellos que han elegido sabiamente su plan de lunes.
Trazadas las coordenadas, los estandartes de la Vera Cruz emprendían de la mano el camino hacia la Gran Vía, donde completarían su Carrera Oficial antes de poner rumbo a la calle Jáudenes. A su paso por la tribuna de autoridades, Juan Vivas se sumaba decididamente a la marcha.
Varias paradas y una Estación de Penitencia después, la comitiva marchaba de vuelta al lugar de donde partió, completando un recorrido de algo menos de tres horas de duración que ha servido para dar carpetazo a la jornada.