José Luis Gómez Barceló continúa agrandando su ya abultada nómina de conferencias. El cronista oficial de la Ciudad ha sumado una nueva disertación a su cuenta particular presentando una colección de escudos "un tanto singular" que él mismo adquirió "hace algunos años". Lo ha hecho -a resguardo del frío y la lluvia- en la sala de usos múltiples de la Biblioteca Pública Adolfo Suárez, donde alrededor de una veintena de personas han hecho acto de presencia seducidas por la propuesta del historiador.

Según Barceló, "el coleccionismo cambió mucho tras la aparición de la imprenta". "Gran parte de las colecciones de todo el mundo están, de un modo u otro, impresas", decía. La que nos ocupa, claro está, también. En palabras del propio archivista, lo "sorprendente" de la misma es que, en ella, "hay algo más de cuarenta escudos de Ceuta".

A juicio de José Luis, la heráldica constituye poco menos que una poderosa forma de bucear en la historia. "Los escudos albergan mucho más de lo que se puede ver a simple vista; estos representan a una persona o a una institución y nos permiten datar hechos concretos con suma exactitud", defendía.

"Al final, los blasones son de gran ayuda para los historiadores", explicaba Barceló. "Cuando un cronista ve en un edificio antiguo un escudo con una corona mural, sabe que ese edificio es de la Primera o de la Segunda República", relataba. Y es que, al margen de su función artística o decorativa, los emblemas "sirven para muchas otras cosas".

El experto ha explicado que, tras hacerse con el álbum -que data del siglo XIX-, se dedicó a estudiarlo en profundidad "como una fuente más", una de las tantas que reposan en las estanterías de su casa. "Vi que reflejaba una serie de elementos que no aparecían en ningún otro sitio", aseguraba.

De acuerdo con Barceló, en nuestra ciudad, el escudo que más abunda es el del marqués de Villadarias. "Los puso por todas partes", señalaba. "Los picapedreros tenían que estar contentos...", bromeaba.