FERIA DEL LIBRO

Los juegos de su infancia recopilados en un libro no apto para ‘cascarillas’

Los juegos de su infancia recopilados en un libro no apto para ‘cascarillas’
Niños jugando en la calle Sevilla.
Niños jugando en la calle Sevilla.

Si su hijo o su hija, en un arrebato de antropología precoz le pregunta, papá, mamá ¿a qué jugabais de pequeños?, tenga por seguro que la respuesta está en este libro: ‘Juegos y canciones populares y tradicionales de Ceuta”, de Raúl Guerrero, Carlos Vicente Martín, Víctor Ortega y Laura Pérez Macías, y editado por el Instituto de Estudios Ceutíes (IEC). 


El Pingo, Mariquita Correcalles, el Guachis, el Palitroque, Juanillo el Aguaó, A la una la mula, a las dos la coz… Si al leer estos nombres un latigazo de nostalgia le ha recorrido el espinazo, es que ya peina canas y de niño jugaba en la calle al escondite o a las chapas. Probablemente hace décadas que no recordaba estos juegos, ni recordaba tampoco la cantinela aquella de “churro, manga, mediamanga, mangatera”. Juegos, tradiciones y cancioncillas que corrían ya serio riesgo de extinción. Hasta que llegaron ellos y apostaron por investigar y recopilarlos para que no se perdiera la memoria lúdica de Ceuta.

Raúl Guerrero, Carlos Vicente Martín, Víctor Ortega y Laura Pérez Macía son profesores de educación física y de educación primaria que han trabajado durante años para recopilar más de 160 juegos y una docena de canciones populares al borde de la extinción. Y si hay algo en lo que coinciden tanto los autores como José Antonio Alarcón, director de la Biblioteca y del IEC, que ha publicado el trabajo, es que “este libro era necesario”. Así lo subraya Alarcón, para quien había un vacío en un campo tan importante como la antropología cultural: "Ojalá hubiera más investigadores como vosotros". “Es un libro necesario, hay toda una tradición que corría el riesgo desaparecer”, abunda Juan José Coronado periodista y autor del prólogo, que equipara la labor de estos cuatro investigadores con la que hizo Federico García Lorca, recopilando sevillanas, un género menor que no seria hoy lo que es sin la aportación del poeta granadino.

“Es una obra incompleta”, admite Raúl Guerrero, “estamos seguros de que nos faltan muchos juegos y canciones por recopilar, pero la idea es que el libro vaya evolucionando, creciendo, también con juegos actuales, no solo de antaño, que también los hay”. Buena parte del trabajo de recopilación lo hicieron en la antigua Obra Social de Caja Madrid, donde pudieron conversar con muchos de los usuarios, ya octogenarios. Un proceso que, por ejemplo, en el caso de las canciones crea vacíos difíciles de llenar. “Muchas personas se acordaban de la letra de las canciones pero no de la música”.

Como docentes, son partidarios de recuperar este tipo de juegos en los colegios y en las calles, especialmente aconsejables para jóvenes con una vida mucho mas sedentaria que la de sus padres y abuelos, juegos que requieren de una implicación cognitiva, de actividad física y que son parte de nuestra cultura. Juegos que, además, aportaban argot, añaden. Palabras propias como “cascarilla” o expresiones como “te la mogas” nacieron en juegos infantiles y forman parte del vocabulario de aquellos niños que hoy son adultos.

Muchos de estos juegos no son endémicos de Ceuta, ni mucho menos. La mayoría llegaron de Málaga o Cádiz con los emigrantes que fueron llegando a Ceuta de las provincias limítrofes, aunque “siempre hay una regla, un matiz, que los hace diferentes”.

Pero no solo la vida moderna es la culpable de que muchos de estos juegos estén en riesgo de extinción o condenados al olvido. El urbanismo también tiene parte de culpa.”Ahora es difícil encontrar un lugar con tierra para jugar al pincho”, admite Víctor Ortega. De hecho, la imagen que acompaña esta reseña pertenece al álbum familiar de Ortega. Quien aparece en la imagen es su padre jugando en una calle Sevilla sin tráfico ni coches aparcados, libre de trabas, presta para que los chavales la ocuparán y jugaran a lo que quisieran. 

Si quiere refrescar su memoria, reencontrase con los juegos que le hicieron crecer, ahora tiene una guía para no perderse en sus recueros. Un manual con 160 juegos populares, eso sí, no apto para ‘cascarillas’. Psara más señas, preguntar en el Instituto de Estudios Ceutíes. El último se la moga.

Los autores del libro Juegos Populares de Ceuta

Los juegos de su infancia recopilados en un libro no apto para ‘cascarillas’


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