Se trata de Padre Huidobro: héroe de almas legionarias, una interesante obra cuyo relato se centra en un jesuita de origen cántabro que se desempeñó hasta su muerte como capellán de nuestro Tercio Duque de Alba y que, ahora, está a punto de convertirse en beato de la Iglesia Católica
Un libro, pero no uno cualquiera: uno "para todo aquel al que le guste la historia militar". Así se ha referido a él durante su presentación en sociedad Emilio Domínguez Díaz, un exlegionario -su autor- que compagina sus actuales quehaceres diarios como profesor de inglés con su pasión por la escritura castrense.
La obra resultante de ese amor desmedido por todo lo que huele a militar lleva por nombre Padre Huidobro: héroe de almas legionarias. Su relato centra el tiro (nunca mejor dicho) en la vida de Fernando Huidobro Polanco, un jesuita y filósofo de origen cántabro que se desempeñó hasta su muerte como capellán de nuestro Tercio Duque de Alba.
La publicación bebe de una única fuente de inspiración: "La providencia". "¿Te parece poco?", cuestionaba Domínguez al que escribe estas modestas líneas. Según cuenta el propio escritor, el Arzobispado Castrense se fijó en su persona hace ahora algún tiempo luego de firmar este "unos artículos". "Pensaron que sería buena idea que fuese yo el escritor", revelaba.
Pocas veces se ha visto la Biblioteca Pública Adolfo Suárez tan rebosante como lo estaba este nuboso 19 de septiembre. El lleno de la sala de usos múltiples era prácticamente absoluto; no cabía ni un alfiler. Claro que, teniendo en cuenta que el evento era de naturaleza militar, tampoco es que la alta concurrencia fuese de extrañar. "También te ha tocado, ¿no?", le preguntaba -entre risas- un soldado a otro.
El trabajo de Domínguez esconde tras de sí una única pretensión: la beatificación y posterior canonización de Huidobro por parte del Vaticano. En la actualidad, el difunto clérigo ostenta el título de 'siervo de Dios'. Hace escasos meses, su candidatura a beato entró en la denominada "fase romana". Desde entonces, su elevación a los altares está en mano de la Santa Sede, que será quien tenga la última palabra en el asunto que nos ocupa.
Cabe subrayar que Huidobro participó activamente en la guerra civil. El capellán, de hecho, murió en el llamado 'Frente de Madrid' tras recibir un disparo de obús con sello republicano. No será eso, sin embargo, lo que llevará al religioso (previsiblemente) a ser canonizado, sino "los valores y las virtudes heroicas puestas en práctica en vida". Su devoción por el clero de Millán Astray era tal que Fernando tenía claro que su destino estaba escrito. "Creo que Dios ha aceptado el ofrecimiento de mi vida por los legionarios", plasmó en una carta dirigida a su hermano.
Padre Huidobro: héroe de almas legionarias se publicó "a principios de marzo". Poco después, los restos del protagonista de la obra -yacientes en la Iglesia de Borja- se exhumaron. El motivo: "Concluyó la fase diocesana". Domínguez, como "antiguo legionario", decidió entonces "tomar las riendas" y, con ello, "promover la causa y la obra del sacerdote". "La providencia fue la que me dijo que tenía que trabajar en la figura de este hombre", concluía el autor.