HIGINIO ORDUÑA

Nación Pavana, un himno electro-rock para Ceuta

Nación Pavana, un himno electro-rock para Ceuta

“Con este palo me basto para defender a Ceuta de sus enemigos”. No es solo el juramento que hiciera Pedro de Meneses en 1415, es  también el primer verso de ‘Nación Pavana’, un disco conceptual del músico ceutí Higinio Orduña (escúchalo aquí) con catorce temas que “hablan en clave ambient folk exclusivamente de la galaxia ceutí”, explica a Ceuta al Día con un café en una terraza de la plaza de los Reyes. No era necesaria la explicación, bastaba echar un vistazo al listado de canciones de Nación Pavana: Los Monos de San Amaro,  Aranguren, Cine África, Pelo de Levante, Sánchez Prado, Pasa la Muerte, La Ley del Taró, Dos Milhojas, Salto Tambor, Portal en Santa Catalina, Alcaldesa Perpetua, De Donde las Caballas. Tobalo…

La inspiración definitiva para Nación Pavana le llegó a Higinio Orduña con La Cuesta del Recinto, un EP editado por Discos Imaginarios en 2016 en el que ya se entreveía la idea con temas como ‘Volaores o pinchitos’y que ha evolucionado hasta formar este trabajo conceptual “sobre la galaxia ceutí” ya grabado por su propio sello Quinto Levante.

Un espíritu a medio camino entre la ruptura de los cánones y el apego a las tradiciones que se resume en el impagable ‘Psicohimno de Ceuta’. Una revisión del himno oficial a golpe de kitara -un híbrido ya descatalogado entre sintetizador táctil y guitarra- que comprime en poco menos de cuatro minutos la esencia de Nación Pavana. Una esencia, por cierto, difícil de explicar, el propio autor se las vio y se las deseó para encajar su disco en plataformas como Spotify, que exigen encuadrarse en una etiqueta. Así terminó Nación Pavana como ‘Ambient folk’. 'Ambient' por la innegable vocación atmosférica de los temas de Higinio Orduña, folk “porque está enraizado en las tradiciones de Ceuta”. “No es ni rock ni pop y elegí entre las etiquetas que se me ofrecían”, admite Orduña, consciente de la dificultad de etiquetar su electro-rock sideral con profundas raíces caballas.

Higinio Orduña, foto promocionalUna tradición y un apego a esas raíces ceutíes que no solo se manifiesta en las letras, también de forma mucho más sutil en las melodías, donde, explica Orduña, ha utilizado en algunos casos estructuras de marchas militares o toques de corneta. Una inspiración que salta a la vista en Pasa la Muerte, un acercamiento al himno de la Legión en un tono menor.

Quizá ustedes no conocían aún a Higinio Orduña –tampoco el que suscribe- pero no es precisamente nuevo en los escenarios. Lideró allá por 2004 la banda granadina Sam O, considerada entonces la banda novel más prometedora para la influyente revista Mondosonoro, quedaron octavos en el concurso de maquetas del Festival Contempopranea y segundos en el Lagarto Festival de Jaén. Una etapa de la que le queda a Orduña –aunque lo niega- ese matiz melancólico del pop granadino de los 90.

Pero, tranquilos, pese a sus más de diez años haciendo música en Granada nada tiene que ver con Los Planetas, a Higinio Orduña no le quita la sonrisa y los modos amables ni los acúfenos que machacan su cabeza y que le han alejado a la fuerza de los escenarios, pero no de la música. Muy de vez en cuando vuelve al directo, en un formato más íntimo y acústico, menos agresivo para sus oídos, pero visto el listado de canciones grabadas desde 2015, nunca deja de componer. Superada la etapa de Sam O y de vuelta en 2011 a su querida Ceuta abrió una academia de inglés pero sin dejar de crear y grabar nuevas canciones, una manera de saciar su hambre de música, que eso no se lo quitan los acúfenos, confiesa.  Desde entonces ha grabado tres discos (Chirimiriy Ciquitraque en 2015, un EP en 2016, la Cuesta del Recinto, y otro largo este verano, Potajénesis) además del trabajo Nación Pavana, terminado en septiembre de este año. Un ritmo de trabajo a la altura de Prince.

Nación Pavana es solo su penúltimo paso. Higinio Orduña tiene ya en marcha Quinto Levante, un sello propio con el que autoeditarse y de paso descubrir a artistas locales –no lo va a tener fácil-. Asegura que tiene ya echado el ojo a un chaval que hace rap. Ideas y proyectos de un músico hiperactivo que trabaja desde la absoluta independencia, despreciando con una sonrisa a la industria, creando música por el simple placer de hacerlo y compartirlo.

Nación Pavana, un himno electro-rock para Ceuta


Entrando en la página solicitada Saltar publicidad