HASTA EL 9 DE ABRIL

De pasatiempo a maestría: así es 'La pequeña Pasión', la muestra miniaturizada de Semana Santa hecha con palos de Chupa Chups

De pasatiempo a maestría: así es 'La pequeña Pasión', la muestra miniaturizada de Semana Santa hecha con palos de Chupa Chups
Exposición pequeña pasión pasos miniatura
Luis Gabarrón, junto a varios de sus pasos de Semana Santa miniaturizados / Alejandro Castillo

La exposición, rubricada por Luis Gabarrón, recopila cerca de una treintena de pasos procesionales, que constituyen un merecido premio a más de ocho años de minucioso trabajo


No es el trabajo de toda una vida, pero casi. Tras más de ocho años de arduo desempeño (se dice pronto), Luis Gabarrón ha presentado este jueves en sociedad la versión final de una exposición de lo más particular, una que atesora algo más que simple tesón.

'La pequeña Pasión' no es solo una representación miniaturizada de la Semana Mayor. Para Luis, es un premio al esfuerzo, a su esfuerzo. "Es una satisfacción muy grande", confesaba el veterano artista. "Que todo el mundo pueda ver esto es lo mejor que me ha pasado nunca", matizaba.

Como tantas y tantas cosas en la vida, la obra encuentra su razón de ser en la más pura de las casualidades. El origen de tan peculiar pasatiempo se remonta al año 2015. "Un día, mi nieto volvió de clase y me dijo: 'Abuelo, necesito una procesión de Semana Santa para el colegio'", relataba el propio Gabarrón. "Yo nunca había hecho nada similar, pero pensé: 'Bueno, vamos a ponernos'", añadía. El resto, como suele decirse, es historia.

'La pequeña Pasión' es el resultado de un minucioso trabajo manual. Buena parte de los enseres que dan forma a la composición son "reciclados": material de oficina, adornos domésticos, goteros y hasta palos de Chupa Chups. Sí, han leído bien; los cirios que acompañan a varias de las vírgenes están hechos con palos de Chupa Chups. "Los voy cogiendo a medida que mis nietos los van soltando", revelaba Luis.

El modus operandi se repite en cada una de las 28 exhibiciones en miniatura que encuentran acomodo en el Museo del Revellín. La mayoría son pasos, sí, pero también hay algún que otro pasaje bibíco (véase el caso de La Última Cena).

Así como los tronos y palios encuentran en el reciclaje buena parte de su naturaleza, las casi 50 figuras que dan vida a las escenas representadas "son de mercadillos". "Cada vez que me voy de vacaciones, me los recorro de arriba a abajo", explicaba el autor.

Aunque la mayoría de las procesiones son autóctonas, hay otras tantas que no lo son. Los interesados en descubrir de cuáles se tratan tendrán hasta el próximo 9 de abril para resolver sus dudas. "Aquí estaré para atenderos todas las veces que queráis", sentenciaba Luis.

De pasatiempo a maestría: así es 'La pequeña Pasión', la muestra miniaturizada de Semana Santa hecha con palos de Chupa Chups


Entrando en la página solicitada Saltar publicidad