
Lo ha vuelto a hacer: La Pasión ha vuelto a hacer del Revellín una auténtica caldera. El teatro, lleno hasta la bandera, ha acogido este sábado primaveral el reestreno de la obra estrella de la Asociación Cultural Blanca Paloma en vísperas de una Semana Santa que se prevé especialmente sentida.
A ojo de buen cubero, alrededor de 300 personas han rebosado el lugar para presenciar, in situ, una representación que ya hizo las delicias de los más devotos el pasado curso. Entre los varios centenares de asistentes, se atisbaban -fundidos con la penumbra- numerosos rostros conocidos: Juan Vivas, Carlos Rontomé, Adela Nieto, Jesús Bollit y un largo etcétera.

La función ha intercalado interpretación y cante en una combinación que ha puesto los pelos de punta a todos cuantos han tenido la dicha de contemplar semejante espectáculo. Andrea Ruiz ha abierto la lata aderezando con su voz las suaves melodías de piano de Willy García, a las que, posteriormente, se ha sumado Eduardo Ayala. Aprovechando que la cosa va de voces, cabe destacar que nuestro estimado compañero César Martín ha hecho las veces de narrador omnisciente.

Cada uno de los 52 actores que componían el dilatado elenco teatral han dado lo mejor de sí para recrear sobre las tablas del auditorio "el martirio y sufrimiento que tuvieron que pasar tanto Jesús de Nazaret como su madre, la Virgen María". El resultado, desde luego, ha sido intachable.
