ESTA NOCHE

El regreso de la CISO: Ganas de música

El regreso de la CISO: Ganas de música

La Ceuta Internacional Symphony Orchestra (CISO) volverá a subir al escenario este último domingo de agosto por muchas razones: por la implicación de los promotores y el compromiso de director y los músicos con el proyecto; por la necesidad de recuperar la siempre escasa vida cultural de la ciudad; por reencontrarse con el Teatro Auditorio del Revellín; por celebrar lo que es ya una pequeña tradición, el concierto que despide agosto y saluda a los actos del Día de Ceuta (2 de septiembre); o simplemente por la necesidad de olvidarse un rato de la pandemia y dejarte mecer y sacudir por la genialidad de Ludwig van Beethoven —del que este año se celebra su 250 aniversario—. Pero, sobre todo, hay una razón por la que los músicos de la Ceuta Internacional Symphony Orchestra (CISO) suben esta noche al escenario: por las tremendas ganas que tienen todos de volver a tocar en directo, viendo y sintiendo al público. 

Así lo confesaban este pasado lunes tanto el alma del proyecto, el pianista ceutí Eduardo Hernández, como su director, Edmn Levon. “Lo que más tenemos es ganas de volver a tocar”, resumía Hernández. Tras meses encerrados tocando solos o en ensayos por videoconferencia, tienen mono de escenario, necesitan volver a sentir la energía que provoca la música en una sala de conciertos.

Los días 30 y 31 de agosto, a las 21.00 horas, la CISO, la orquesta que lleva como estandarte la ‘Marca ceuta’, ofrecerá dos veladas musicales: el Concierto para piano y orquesta n.º 1 op 15 en Do Mayor y en el que participará como solista el director artístico y creador del proyecto CISO, Eduardo Hernández; y el Concierto para piano y orquesta n.º 5 op.73 ‘Emperador’ a cargo del pianista y pedagogo Juan José Pérez Torrecillas, catedrático del Real Conservatorio Superior de Música de Granada. 

En ambas citas se interpretará la Sinfonía n.º 6 op. 68 en Fa Mayor ‘Pastoral’. Todo ello bajo la dirección del hispano búlgaro Edmn Levon.

Aun es posible hacerse con una entrada para un recital que, además, se enfrenta al reto de adaptarse los protocolos de distancia y seguridad sanitarios que impone la pandemia, lo que ha obligado —por un error de planificación— redistribuir las entradas ya vendidas para garantizar la distancia interpersonal entre el público. Además, la entrada se haría de forma escalonada, com toma de temperatura y con un puntos con expendedores de gel hidroalcohólico.

El acceso a las localidades se hará guiado por personal del auditorio y la butaca, como la entrada, es personal e intransferible y el espectador no podrá cambiar d ubicación a su antojo.

Medidas de seguridad que también alcanzan a los artistas. Los más de 40 músicos d ella CISO tocarán con una separación de un metro. Medio entre cada puesto, con especial cuidado con los instrumentos de viento que, por sus características, se sitúan al fondo y, además ahora, deberán orientarse hacia fuera de la orquesta para evitar la proyección de saliva que, en cualquier caso, no alcanzaría al público. 

La Consejería de Sanidad y os técnicos de Cultura han decidido también quitar uno de los elementos propios del auditorio, especialmente pensado para estos conciertos, la concha acústica, para ganar espacio por un lado y, por otro, evitar la proyección de aerosoles desde la orquesta.

El regreso de la CISO: Ganas de música


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