Solo unos minutos después de venderse la última entrada disponible para el concierto de Raphael en las Murallas Reales ya podían encontrarse anuncios de reventa. “Se venden 4 entradas para el concierto de Raphael en Ceuta, día 8 de septiembre. Sector C1, el más cercano al escenario. 70€ /cada una”, pide Adrián, zaragozano según su perfil de la web especializada en compraventa en la que ha puesto el anuncio. 

Es solo el primero, pero a buen seguro le seguirán muchos más y, si la demanda así lo quiere, el precio seguirá subiendo. Una práctica que es en teoría ilegal en España, donde es común ver anuncios que rezan “Vendo boli y regalo entrada…100 euros” para esquivar la Ley. Pero esa legislación no cruzó el Estrecho.

La regulación de la venta de entradas de espectáculos es una competencia que el Estado transfirió a las comunidades autónomas, pero no a Ceuta y Melilla. Aquí sigue en vigor una ley redactada hace 40 años, cuando Internet y la venta online no era ni tan siquiera una posibilidad: el Reglamento General de Policía de Espectáculos Públicos y Actividades Recreativas, de 1982, en cuyo artículo 67.2 establece que “queda terminantemente prohibida la venta y la reventa callejera o ambulante de localidades”.  El resto de autonomías podrían haber regulado esta práctica. Pero solo una lo ha hecho.

Sólo Galicia prohíbe expresamente la reventa online en el artículo 18 de su Ley de espectáculos públicos y actividades recreativas de Galicia: “Se prohíbe la reventa de entradas en papel o en cualquier medio o soporte electrónico”. Las multas van desde 601 hasta 30.000 euros. Pero eso no lo soluciona del todo. Esta actividad se realiza a través de internet y es muy probable que oferente y comprador no se encuentren en el territorio de la Comunidad en la que se realiza el concierto. El mejor ejemplo está en el primer ‘oferente’ de entradas de Raphael en reventa en Ceuta: un zaragozano. Es por ello que el sector apuesta por que la respuesta regulatoria tenga un ámbito estatal.

Y, aunque pudiera pensarse que la Ley de Espectáculos Públicos y Actividades Recreativas, que es de 2002, resolvería este vacío, el caso es que tampoco regula la reventa telemática y sigue empeñada en poner coto a la venta “callejera”. En su artículo 26 b) solo establece que  “queda prohibida la venta de entradas y abonos en número que exceda del aforo del establecimiento, local o instalación, así como la reventa y venta ambulante de entradas y abonos y la percepción de precios superiores a los autorizados, no debiendo las entidades organizadoras, en ningún caso, favorecer tales situaciones”. 

Entonces, ¿es legal, ilegal o alegal?. Según explica la Unión de Consumidores en su web, la normativa prohíbe expresamente la reventa callejera o ambulante, pero no menciona la utilización de plataformas on line. Cabría por tanto, aplicar un criterio general el Derecho que afirma, según establece el Artículo 3.1el Código Civil, que “las normas se interpretarán según el sentido propio de sus palabras, en relación con el contexto, los antecedentes históricos y legislativos, y la realidad social del tiempo en que han de ser aplicadas, atendiendo fundamentalmente al espíritu y finalidad de aquéllas”.

Es decir, explica la Unión de Consumidores, “en la sociedad actual donde el uso de las herramientas telemáticas ya es una realidad y está plenamente implantada, la reventa de tickets, billetes o entradas, estaría prohibida. Además, la normativa estatal prohíbe que la reventa alcance un precio superior al 20% sobre el precio marcado para el supuesto de venta directa al público en las taquillas o expendedurías de la propia Empresa”.