Tarde gris en el 'Alfonso Murube', con una floja entrada, la habitual en realidad durante toda la temporada, dejando en algo puntual el ambiente vivido en el derby del Estrecho. Y el partido, como el día, desapacible, con tímidos ataques en el arranque de los locales con Randy e Ismael de protagonistas, le anularon un gol por fuera de juego, y el público distraído comentando los resultados de Real Madrid y Barcelona, que si fue penalti a Postiga o si la banda de Arbeloa es una autopista. Los habituales amigos, ‘Vitamina’ incluido, que trasladan la tertulia del bar al Murube.

Y es que tras las dos últimas derrotas ante Algeciras y Coria, rivales directos, la temporada parecía finiquitada. No obstante, el Atlético de Ceuta ha elegido este domingo de resurrección para volver a la senda del triunfo y aferrarse a las matemáticas. A falta de siete jornadas, seis puntos le separan del Mairena, equipo que marca la frontera del play off.

El rival, o ‘sparring’ más bien, parecía elegido para la ocasión porque en 90 minutos sólo tiró una vez a puerta. Sin dificultad para el meta Garrido, mero espectador. Una falta de confianza que quedó demostrada por la propia defensa del Ayamonte, animando al equipo a aguantar el empate durante toda la primera parte, llegándose a escuchar arengas al grito de “sólo 8 para el descanso”. Sin embargo, cumplido el minuto 45, Randy, de lo mejor una vez más, de media chilena y a pase de Prieto desde la izquierda ponía el 1 a 0 en el marcador.

La segunda parte comenzaba sin diferenciarse de la primera, con momentos aún más aburridos incluso, y un centro del campo algo perdido. Y es que bajas como las de los sancionados Perita, Ernesto y Villatoro se hicieron notar. Más por el orden que otra cosa, porque conforme el encuentro avanzaba el Ayamonte demostraba el porqué de su posición en puestos de descenso. El Atlético de Ceuta, no confiado con el uno a cero, no paró de buscar aumentar la diferencia en el marcador. Lo pudo hacer Sandro, que estrelló un balón al larguero, Ismael, fallando en línea de gol, o Prieto, que tras sortear a un rival marró solo ante el portero Miguel Rosas, el mejor de su equipo y que evitó un resultado aún más abultado.

Pero no sería hasta el minuto 74 cuando Ismael, tras una pared con Randy por el centro de la defensa, hiciera el 2 a 0. Momento a partir del cual llegó lo mejor del partido en forma de goles. Sobre todo con el 3-0, golazo de Aitor, que saltó al campo por Said, y puso al público en pie tras una jugada personal por la banda derecha zafándose de varios rivales y cruzando el balón con clase al segundo palo. Mientras que el último gol de la tarde sería obra de Prieto, insistente como siempre, que muy listo le robó la cartera a un defensa y colocaba el definitivo 4 a 0 en el marcador. Resultado que mantiene aún con vida al Atlético de Ceuta y deja abierta la puerta del milagro, siempre y cuando mejoren los resultados a domicilio porque el Murube, mantiene su condición de fortín.