En medio de un gran ambiente en la piscina del club, los chicos de Sergio Aguilera hicieron un buen papel en el triangular amistoso jugado este sábado contra el CW Sevilla y el CW Marbella. En la matinal apalizaron al Marbella y ya por la tarde noche empataron con el Sevilla, rival con el que tendrán que vérselas en su debut en la primera división del waterpolo nacional (segunda categoría nacional). Su mejor resultado contra el Marbella les daría virtualmente el torneo.

Aunque más allá de triunfos lo importante era competir y corregir errores. Así se lo tomaron los ceutíes que vivieron el duelo decisivo contra el Sevilla con gran intensidad.

En la matinal, los locales ganaron por 22-7 a los de Marbella. A los de la Costa del Sol les faltó fondo físico. Al descanso perdían por 11-6 y en el resto del partido sólo lograron un gol más mientras encajaban otros 11. Declan Thompson y Jeronimo Espino con 4 goles cada uno fueron los máximos artilleros de los Caballas, secundados también por Juanqui Ríos y Suso Barreiro con 3 tantos

El Waterpolo Sevilla venció por 19 a 7 a los de Marbella y acto seguido jugó el partido decisivo contra los chicos de Aguilera. Choque que terminó con empate a 9 y que a punto estuvo de ganar el Caballa.

El empate llegó a escasos segundos del bocinazo final y la pelota entró llorando después de un rebote. Antes Juanki Ríos había puesto un 9-8 en el marcador con un golazo por la escuadra de pura colocación, en una genialidad. Suso Barreiro marcó tres tantos, Declan Thompson y Junaki Ríos dos cada uno y Kike Sillero y Fernando Moreno completaron el marcador.

El marcador fue justo y el partido estuvo muy igualado de principio a fin. Las gradas del club se llenaron para ver el enfrentamiento, un preámbulo de lo que será la temporada en la que el Caballa luchará por mantenerse en la segunda categoría nacional tras lograr el ascenso a la Primera División Nacional.

A la vista de la intensidad desplegada ante los sevillanos (cuartos el pasado curso) lo que es seguro es que no van a escatimar energía ni ganas para lograr mantenerse.