Ceuta ha amanecido este sábado llena de alegría y espíritu de sacrificio a partes iguales. Miles de personas se echaron a la calle a primera hora de la mañana en una riada multicolor para participar en la gran cita del deporte en la ciudad autónoma. Marchadores, ciclistas y corredores de montaña llenaban las Murallas Reales desde una hora y media antes de comenzar la prueba que ha puesto a Ceuta en el mapa: la Cuna de la Legión.

Más de 5.000 participantes en una prueba tan popular como exigente, más en esta séptima edición, que se ha desarrollado con un calor casi veraniego y gobernada por el viento de poniente. Cientos de personas han seguido el pistoletazo de salida, dado como cada año por uno de los cañones de la Legión, de las tres pruebas: 20km y 50km, para corredores y ciclistas, además de la infantil.

Abandonos y golpes de calor

Poco después de las 11.30 horas llegaba el primer corredor de la prueba de 20 km, Hassan Amar. Pero por detrás quedaban aún miles de participantes que han tenido que enfrentarse a un recorrido al que el calor añadía un punto más de dureza. Tanto es así que durante la prueba muchos corredores inscritos en la prueba de 50 km se lo han pensado dos veces y han decidido quedarse en los 20km.  El sol “infernal”, como describía una de las participantes exhausta en la línea de meta, ha provocado varios golpes de calor, bien lo sabe el delegado del Gobierno, Rafael García, que sufrió uno en el tramo final de la prueba de 20 km. “Voy jodido pero termino”, confesaba a su equipo. 

Pódium de autoridades

En la carrera de autoridades inscritas en la Cuna, el premio se lo lleva Juan Gutiérrez, el primero en cruzar la meta. Tiempo después llegaba el delegado del Gobierno, 'medalla de plata' pese a la pájara. El comandante general Marcos Llago llegaba en tercera posición de este podio VIP, acompañado de su familia. Justo a tiempo para colgar personalmente la medalla al presidente de la Ciudad, Juan Vivas, que, pese a llegar fuera de tiempo —más de 4 horas—, alegó que a sus 70 años y sin entrenar estaba más que satisfecho. Eso sí, pese los 20 km, aún tuvo fuelle para dar un pequeño discurso alabando la prueba y la proyección que da la Cuna a Ceuta y para rubricar su entrada en meta con un “Viva Ceuta. Viva España y Viva la Legión”.

Y es que la Cuna son más de 5.000 historias de esfuerzo personal. Corredores con la imagen de un ser querido en el recuerdo y en su dorsal, la que participaba en nombre de su marido, que el año pasado en estas fechas estaba en coma en el hospital, el equipo que corre empujando por turnos la silla de ruedas de Agustín, un joven ceutí con parálisis cerebral, las parejas que cruzan la meta cogidas de la mano, los que lanzan un beso al cielo y los cientos de ellos que llegan entre lágrimas, entre risas, bailando, abrazados, besándose… Hasta la que tenía hora para la peluquería y solo hizo media prueba.

Y todo amenizado por el speaker Pepe Yepes, de Eventos Non Stop, un nombre que le viene como hecho a medida, y la música del ceutí DJ Poyo. Micrófono en mano, bailando, brincando, bromeando y hablando sin parar desde las 8 de la mañana, Pepe Yepes es incansable hasta dejar estupefacto al espectador, que acaba convencido que sería capaz de completar la Cuna sin dejar de hablar en 50 km. Él y todo los legionarios desplegados en el Patio de Armas de las Murallas y por todo el recorrido hicieron posible que la Cuna volviese a ser la gran fiesta del deporte en Ceuta.