Los periodistas catalanes que vieron el partido del Ceuta ya le pueden trasladar a Pep Guardiola y a la afición catalana dos conclusiones claras: El Ceuta empieza a jugar sus partidos con una hora de retraso, como en Canarias, y ¿cómo en Portugal? y además, el Ceuta anda con la ‘flor en el culo’. Sólo así se entiende este inicio de temporada tan extrañamente desesperante y a la vez tan esperanzador y prometedor.

Una vez más, los de Joao de Deus, volvieron a salir en cuerpo, pero no en alma. Y en el minuto 8, a la contra, en un despiste global del conjunto caballa, un viejo conocido local, De Gomar, elevó el balón desde la esquina derecha del área para sortear a Nauzet, que se quedó a media salida, dónde dicen todos los libros que no hay que estar. Vaselina perfecta para un gran gol. La media salida de Nauzet se notó menos porque lo que pegó el cantazo fue la defensa en esta jugada. No se supo bien dónde andaban, ni qué hacían. Golazo impecable del Roquetas en una contra, despiste soberano del Ceuta: Y otra vez a empezar un partido con un gol en contra, casi desde el vestuario.

Y a decir verdad, ahí debió terminar la primera parte. Los otros 37 minutos sólo sirvieron para cansarse: los jugadores de los dos equipos y la grada. La afición, no se sabe muy bien si por aburrimiento o por el cielo plomizo que descargó justo cuando llegaba todo el mundo, tampoco enseñaba los dientes: Ni cargaba de presión al colegiado, ni animaba al equipo, ni intimidaba al rival. El Roquetas satisfecho con su mucho premio para tan poca propuesta se dedicó a defender. El Ceuta espeso y desangelado como el día no tiró a puerta ni una vez antes del descanso.

Segunda parte

En la segunda parte se esperaba al Ceuta, como se espera a quien llega tarde a una cita. Cuando el retraso es de una hora, el humor no suele ser el óptimo. Y llegó.

Antes de que llegara, tuvo una el Roquetas. Un remate de cabeza desde el borde del área chica a un centro desde la banda. Cruzó la pelota por encima del guardameta local. Todo el mundo contuvo la respiración mirando como el balón finalmente se iba fuera, pero cerca de la escuadra. Fin del Roquetas, comienzo del Ceuta.

Había entrado David Torres en el 44 por Guzmán y había salido en el 55 Villatoro por el capitán Pepe Martínez. Suficiente, junto con Modeste, el único que jugó todo el partido en cuerpo y alma, para darle la vuelta al menos a las sensaciones.

Primer tiro a puerta y Gol

Modeste en el 56 consigue plantarse dentro del área y realizar el primer disparo a puerta del Ceuta en todo el partido. Lo dicho, una hora de retraso. Comenzó a llegar el Ceuta y salía casi a una oportunidad por minuto. En el 62 un centro desde la banda derecha pegó en el larguero y despertó a la grada.

Dos minutos después tras una jugada de peligro por la banda que acaba en corner lega el gol de David Torres. El corner fue peligroso. El Roquetas despejó, el balón fue a la banda izquierda, le cayó al Ceuta. El balón otra vez a la olla. Tras varios remates y rechaces el balón dejó sólo a un caballa frente al portero del Roquetas en el borde del área chica. Flavio, portero suplente, la sacó dos veces, pero al final el balón fue a parar a los pies de David Torres y a la tercera fue la vencida. Gol. Empate a uno.

Los de Deus se vinieron arriba y a punto estuvieron de rematar la remontada a los dos minutos. En el 66 el balón se paseo por delante de dos delanteros en el área sin que ninguno llegara. En el 68, otra oportunidad. En el 80 Modeste corrió la banda en una contra, taconazo incluído para irse de dos defensores, se la dio a Torres en el vértice del área grande y éste que tenía a otros dos compañeros más en el centro, optó por tirar. El disparo salió alto y se escuchó el ¡uy!.

Un minuto después le hicieron una falta a Villatoro a dos centímetros de la cal que marca el área grande. Tarjeta amarilla para el defensor, Villatoro se quedaba sólo con el portero. No fue penalti por poco.

Penalti

La desesperación crecía. El Ceuta era superior y dejaba escapar dos puntos ante un rival inferior. De nuevo por el despiste en la primera parte, por salir a jugar una hora tarde.

Pero de nuevo apareció la flor que acompaña al equipo en este inicio de temporada, la misma que permitió al equipo empatar en el descuento el partido de Copa en Melilla, la misma que volvió a aparecer en ese mismo encuentro en la prórroga para volver a empatar la eliminatoria. La de los penaltis. La del bombo que regalaba “el gordo” del Barcelona en la siguiente ronda. La del minuto 44 de la primera parte de la pasada semana ante el Sevilla Atlético, cuando Ormazábal encontró el gol que no merecía por juego el equipo. La que tantos partidos malos ha evitado que acabaran con peor resultado. Minuto 90, de nuevo aparece Modeste, imperial bajo la tarde plomiza, para plantarse sólo delante del portero del Roquetas. Falla, pero el árbitro, vio el penalti.

Todo el mundo haciendo cuentas y pensando en el liderato. Seguro pone el balón en los once metros y se dispone a tirarlo. Flavio encuentra un disparo flojo a media altura a su izquierda, el lugar al que le había dicho a Seguro que se lo tirara en ese duelo psicológico entre el lanzador y el arquero que es cualquier penalti. La flor del Ceuta no se apagó, simplemente no lo puede hacer todo: No hubo Ceuta en los primeros 45 minutos, como en Sevilla, y el penalti estaba mal tirado. Era el minuto 91. Todo el mundo a casa con un sabor de boca, malo.

Aún así, el equipo sigue dando muestras de calidad y de capacidad. Hay conjunto para ascender y la suerte, de momento, está con los caballas. Ahora sólo falta llegar a los partidos cuando empiezan y no después del descanso.

Prueba de la suerte que acompaña al equipo es también que sus rivales directos para el ascenso no han tenido su mejor jornada y el Cádiz y el Sevilla Atlético han perdido. Así que a pesar del mal sabor de boca, el Ceuta dormirá toda la semana en puesto de liguilla, cuarto.