“Esto es Ceuta y aquí hay que mamarla”, gritaba la grada ardiente como nunca en la mitad de la segunda parte cuando el resultado reflejaba el dos cero y la victoria parecía asegurada. La Asociación Deportiva Ceuta hizo un partido redondo, casi perfecto, para doblegar por dos goles a uno a la Balompédica Linense que llegó a Ceuta como segundo clasificada del grupo y se fue como cuarta, tras las victorias de Lucena, ahora líder y del Cádiz, tercero.

Si la semana pasada el empate era importante por el rival, el líder, el Betis B y por jugar la mayor parte del encuentro con uno menos, y hace dos semanas la victoria ante el Sporting de Villanueva quedó ensombrencida por las circunstancias en las que llegó el rival a Ceuta, este domingo las circunstancias elevan la categoría de la victoria. El rival está haciendo una temporada excelente, sigue en zona de liguilla, a pesar de la derrota y en el Murube ha demostrado las razones que le hacen estar arriba.

Salió la Balompédica Linense con las ideas muy claras. Tácticamente muy bien posicionado, el equipo que dirige Rafael Escobar apretó desde el minuto uno con una presión asfixiante muy arriba, los jugadores de la Balona presionaban al borde del área del Ceuta entorpeciendo la salida de balón.

Pero aguantó el Ceuta, tirando de oficio y paciencia, agarrándose al a banda derecha por la que corría Guzmán unas veces, tirando balones largos otras. Fruto de la presión, de lo juntas que mantuvo sus líneas y de la rapidez con la que se desplegaba la Balompédica Linense el equipo visitante tuvo dos buenas ocasiones en la primera media hora, pero se toparon con Pau Torres, el meta de los caballas.

Y ahí se puede decir que se acabó la Balona, a la media hora, el cansancio de semejante despliegue comenzó a dar más opciones al Ceuta, que había aguantado muy bien hasta ese instante el asedio sin renunciar a su filosofía. En el minuto 22 Diego Segura mandó el primer aviso de que las cosas estaban cambiando y llegó muy forzado a un balón que remató sin mucha fortuna sólo delante del portero y que obligó a Pagola a rechazar lo que hubiera supuesto el primer gol desde el suelo, le cayó la pelota a Julio de Dios que la pegó para que se volviera a lucir Pagola.

Siguieron pasando los minutos y la rapidez y la presión de la Balona fue cayendo a medida que apareció el cansancio. Cada vez robaban menos balones arriba y cada vez combinaban peor.

Así hasta que en el minuto 37, Guzmán, explotó su mayor velocidad por la banda ante su marcador. Se fue como un tiro en diagonal hacia el área y al de la Balona sólo le quedó el recurso del derribó. El penalty lo pitó el juez de línea y pareció claro.

Fue el propio Guzmán el encargado de ejecutar la pena máxima. Y lo hizo a lo Panenka, suave y bombeado, pero en lugar de por el centro hacia la derecha del meta que se venció hacia el otro lado. Gol. Uno cero en el marcador.

Poco más hasta el descanso, a parte de alguna trifulca. El penalty sentó muy mal al rival del Ceuta que se marchó al vestuario polemizando con el trío arbitral.

Comenzó la segunda parte y la Balona intentó salir como en la primera. A por todas, con las líneas juntas y muy arriba. Pero la frescura no les acompañó y como gritaba la grada “esto es Ceuta…”, y el Ceuta es un equipo bien diseñado con un gran trabajo de Sergio Lobera. Un equipo que es difícil que pierda los papeles. Y no los perdió.

Y es que el Ceuta salió de la caseta con la lección muy bien aprendida y con un gol a favor. Durante los primeros minutos no dudó en no complicarse la vida. Y cuando más apretaba la Balona, el recurso fue el pelotazo largo arriba para darle la vuelta a la situación y presionar la salida de balón de los de la Línea.

Así, en el 62 robó un balón en campo contrario y con dos pases se plantó delante del portero, le faltó fuerza a Toledo para llegar al balón antes que el último marcador y empujarla esquivando la salida del portero. El balón fue a corner. Y en el corner, precedido de un cambio, el de Toledo por Fernando, llegó el gol. Defendió muy mal la Balona, como despistada por el cambio y apareció Samu en el área chica para ganar la partida por alto a la zaga de la Balona y rematar sutil con la cabeza a donde no pudo llegar el meta, Pagola. Dos a cero.

El partido a tenor del derroche realizado en la primera media hora de juego por los de la Balona parecía visto para sentencia. Y así fue. Pasaron los minutos sin que los de la Línea lograrán crear apenas peligro y aún tuvo el Ceuta alguna oportunidad de ampliar la diferencia con unas cuantas jugadas anuladas por el juez de línea, acertado en general, pero demasiado riguroso en un par que podrían haber terminado en gol.

El derby del Estrecho sirvió también para que la afición se expresara. Las entre 900 y 1.000 personas que apuraron la fría tarde en el Murube jalearon como nunca. Y estuvieron siempre metidas en el partido dando aliento a los suyos. Y con ese ambiente Lobero hizo las delicias de la grada al dar entrada a falta de diez minutos al juvenil de la cantera Chakir, un fuera de serie con la cabeza aún por amueblar.

Tuvo tiempo de levantar a la grada con un par de acciones en las que demostró de lo que es capaz, regate y velocidad son sus armas. Y a cada intervención suya el Murube se deshacía. Tuvo también tiempo de llevarse una dura entrada, que le obligó a salir del campo. Volvió a entrar y parece que no fue nada más que el golpe.

Y en estas, en plena celebración de una tarde de buen fútbol que iba a terminar con victoria quiso la Balona ponerle suspense a la cosa. Y en el minuto 90 en un despiste de la zaga le cayó el balón en la frontal a Chico II que le pegó con dureza a la pelota y le salió ajustada al palo izquierdo de Pau Torres que no la pudo detener. Nada que objetar al meta que minutos antes había salvado él solo el gol.

Dos a uno final. Tres puntos más para el Ceuta. Una tarde perfecta de buen fútbol de los dos equipos que terminó con victoria. El Ceuta lleva seis jornadas sin conocer la derrota con un balance de tres victorias, dos de ellas en casa (Sporting de Villanueva y la Balona) y otra fuera (Caravaca) y tres empates ante el Poli Ejido en casa y ante el Jaén y el Betis B a domicilio. El equipo se coloca octavo a ocho puntos de la zona de liguilla que se ha apretado este domingo. Y ha cortado la racha de uno de los de arriba, la Balona venía de tres victorias consecutivas.

Lo mejor, además de la victoria, es que el equipo parece comenzar a desarrollar todo su potencial y comienza a dar frutos el trabajo que está realizando Sergio Lobera. Victoria, tres puntos, buen partido y la promesa de tardes de gloria del canterazo Chekir. ¿qué más se puede pedir?

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