Llegaba a Ceuta el Puertollano con aureola de equipo venido arriba. De conjunto, con problemas económicos, pero en posición de luchar por una liguilla de ascenso que genera envidia en conjuntos, por ejemplo, como el Ceuta, con parecidos problemas en lo financiero, pero distinto destino en lo deportivo. Y se fue de Ceuta con la careta quitada, sin leyenda, humanizado y generando más compasión que envidia.

Al Ceuta le alcanzó para llevarse los tres puntos con mantener la concentración defensiva. Con un posicionamiento atrás impecable, trabajado y atento, logró que el Puertollano que dormirá aún quinto en la tabla, apenas si generar un par de ocasiones. Una en la primera parte que sacó bien Pau Torres y otra con el partido ya resuelto para los Caballas al final del choque que se fue fuera.

Tirar, lo que se dice disparar entre los tres palo, no lo hizo ni una vez el conjunto manchego. Y eso no fue sólo por demérito suyo, que también, sino más que nada por la excelente concentración puesta hoy sobre el césped por los de Lobera. Cerraron todas las puertas para desdibujar a su rival.

A ese juego esterilizado del Puertollano, sumo la Asociación Deportiva Ceuta una rapidez y profundidad en ataque que encontró recompensa. Por dos veces, pero bien pudieron ser más.

El Ceuta hoy no salió a jugar al toque, cambio el estilo y buscó la verticalidad. Le salió perfecto. Había demostrado ya que el peligro iba a llegar así en un par de ocasiones, cuando se encontró tras lanzar un corner con un penalti inocente. Era el minuto 11 de la primera parte. Guzmán, artífice de la jugada que dio paso al corner y del lanzamiento del mismo se encargó también de tirar el penalti. Lo transformó no sin apuros. El meta Reguero le adivinó la intención y llegó a tocar el balón, pero se le escapó sin remido al fondo de las mallas.

Con el uno a cero a favor, el equipo de Lobera se soltó algo más. Puso más fé en la táctica, redobló la concentración atrás y no renunció a salir rápido al ataque, sin transición, sin medio campo que estorbara. Y, muy importante, sin prisa por encontrar la recompensa. Una paciencia que fue procurada por la anestesia a la que sometió el juego de construcción y ataque del Puertollano.

Y así llegaron ocasiones varias. Fernando tuvo una de esas que parece que lo más fácil es meterla y lo más difícil hacer lo que él hizo, echarla fuera de la portería. Le pitó la grada, unas seiscientas personas este domingo, sin paciencia ante su baja efectividad esta temporada. Su posición la habilitó Guzmán, excelente este domingo.

Sólo se soltó el Puertollano ocho minutos a partir de la primera media hora. Generó peligro sin peligro. Pisó el área, lo que ya era para encoger el aliento, dada la primera media hora de tranquilidad y remanso. Pero no logró ni tirar a puerta. Un par de saques de esquina y poco más.

Y hacia el descanso volvió a llegar el Ceuta, sin recompensa.

Ya en la segunda mitad, el Puertollano no cambió la dinámica. El Ceuta seguro de sí mismo y concentrado atrás le dio aún más balón para buscar la contra letal. El partido transcurría insulso.

Al cuarto de hora del segundo tiempo, Lobera decidió meter a Elvis, quitó a Aitor y jugó con dos delanteros, si bien Elvis jugó más retrasado por la derecha y Fernando, que no tuvo su día, como no está teniendo su temporada, siguió arriba.

Elvis es uno de esos jugadores que se hacen notar. Tiene la portería contraria entre ceja y ceja y siempre encuentra el camino más rápido y acertado para llegar. Le puso electricidad a un ataque que andaba algo necesitado de voltios.

Su aparición en el campo se dejó notar y en cinco minutos falló una tan clara como la de Fernando en la primera parte y disparó otra vez con tanto peligro que el meta tuvo que rechazar el tiro. Le cayó a Guzmán en el centro del área y desde allí no perdonó y sentenció el choque. Dos a cero. Minuto 64. El partido se acabó ahí.

Siguió el mismo ritmo. El Ceuta muy concentrado atrás no dio oportunidad alguna al Puertollano y aún tuvo más oportunidades, incluso sobre la bocina Elvis tiró otra fuera por poco. Antes había puesto una en el palo después de un gran pase de Guzmán. Quiso ajustarla tanto que se le fue por centímetros.

La concentración exhibida en defensa este domingo tiene más mérito aún si se tiene en cuenta que Alex Hornillo tuvo que abandonar el césped mediada la primera parte con una rotura del tabique nasal. Su sustituto Samu lo hizo igual de bien.

Esa defensa férrea en la que ha basado el Ceuta su victoria ante el Puertollano hace pensar que el equipo si mantiene esa línea podría encontrarse más arriba en la tabla si la fortuna le sonríe arriba. El grupo está para ganar tres partidos seguidos y aspirar a todo. Sin ir más lejos el Melilla y el Cádiz han empatado esta jornada y el Betis B perdió ante el Lorca. Sólo el Lucena de los de arriba ganó y lo hizo ante el Sevilla Atlético, otro que le saca ventaja en la clasificación al Ceuta. Estos titubeos de los de arriba son habituales este año y ganar varias jornadas seguidas mete a cualquiera en la pugna por la gloria. El Ceuta quizás ha encontrado ante el Puertollano una herramienta, la defensa para mejorar su clasificación.

Se acerca a los puestos de arriba, aún muy lejanos con estos tres puntos el conjunto caballa, más que se aleja de los de abajo.

Y la próxima semana sumará otros tres puntos. Le tocaba jugar en El Ejido, el conjunto está retirado de la competición por ese mal llamado crisis que asedia a la Segunda B, tanto como al conjunto del país.

Después dos partidos seguidos en casa ante el Jaén (mejor clasificado que el Ceuta) y ante el Caravaca. Dos choques asequibles que de terminar con victoria podrían, en función de cuanto duden los de arriba meter al equipo en la pugna por alcanzar el cuarto puesto. Más si se tiene en cuenta que tras ese periplo, los de Lobera tendrían que viajar a Extremadura para enfrentarse al Sporting Villanueva Promesas, también retirado y volverán a sumar, justo antes de enfilar la recta final del campeonato ante el Betis B en casa.