No hizo un mal partido el conjunto caballa. Jugo una primera parte, como tantas otras esta temporada, casi para olvidar por completo, jugo una buena segunda parte con una laguna de un cuarto de hora, pero al final, empate a uno, con susto incluido en el 90. Dos puntos que vuelan ante un rival que no es superior, y más complicaciones no ya para quedar campeón de grupo, objetivo que ya parece del todo inalcanzable, sino para acabar jugando liguilla de ascenso.

El guión del partido fue un calco al del choque de la primera vuelta en el Murube. El Ceuta salió tibio tirando a frío. El Roquetas casi no tiene nada. Pasaban los minutos sin que sucediera nada. Hasta que en el 25 Modeste, lateral derecho este domingo, tiró una diagonal que bien podría haber firmado Ronald Koeman. De Stoichkov hizo las veces Seguro (excelente este domingo), la bajó bien dentro del área y sin pensarlo dos veces cruzó la pelota, paró el portero y en el rechace la tuvieron Baigorri y Javi Navarro, la volvió a sacar el portero y la defensa.

El Roquetas aún con el susto en el cuerpo, robó una pelota en el medio campo, arriba, donde duele, por un mal pase sin trascendencia del Ceuta (despistado en ese aspecto durante toda la primera vuelta). Jugó el Roquetas rápido a la banda y el centro desde la derecha inapelable lo encontró la cabeza de Pallarés entre dos defensas. Gol. Uno a cero. El Roquetas imponía la Ley del mínimo esfuerzo y el máximo beneficio. Por el método Merkel los del Roquetas habrían sido los reyes de la productividad.

El Ceuta siguió vagando por el campo del Roquetas hasta que en el 36 se le ocurrió recurrir a tocar el balón, toque, toque, toque y al final se hace el hueco y la pelota llega a David Torres en el área grande, le pega mal y sale alta.

El desconcierto del Ceuta en esta primera mitad se simbolizó cuando quedaba un minuto de descuento. El equipo que había optado por el pelotazo largo todo el rato, apuró los últimos segundos haciendo justo lo que no tocaba y no había hecho hasta ahora, tocar, tocar, hasta que de nuevo un mal pase hacia atrás, intrascendente e impreciso habilitó a Pallarés para que acabará siendo él el que tirara a puerta.

Tras el descanso, salió Añete en lugar de Guzmán y el equipo cambió. Optó por el toque y no tanto por el balón largo y ganó el fútbol y el Ceuta para sus objetivos.

Y a pesar de ello, tuvo alguna el Roquetas en balones largos, la defensa sigue muy lenta, y en alguna que otra jugada con fortuna. Modeste avisó de lo que venía cuando en el 58 hizo lo que mejor sabe, correr, y ganó la pelota a dos jugadores del Roquetas por la banda para acabar centrando al segundo palo, donde la bajaron para que Raul Loe la pegara desde la frontal, sin éxito.

Un minuto después llegó el gol de Añete en una buena jugada colectiva con mucho pase en corto buscando el espacio y las paredes con cabeza, al final el balón por la banda y tocando en corto llega al área chica para que Seguro le pegue duro, el portero (excelente) para, pero no atrapa el balón, que le cae franco a Añete que no perdona. Empate a uno.

El marcador ya no se movería, pero el Ceuta tuvo más ocasiones. En el 64 tocó y tocó y mareó al rival para que al final se hiciera el hueco y pudiera disparar Seguro.

Entró Daniel Castellanos y salió David Torres, cuando el equipo estaba jugando bien. Sea por el cambio o por la mosca que pasó, el conjunto de Goiko pareció perder el ritmo durante un cuarto de hora.

El partido en ese tiempo fue insulso, sólo una ocasión de Añete, clarísima pareció despertar el encuentro en el 72. Se podía haber quedado solo delante del portero, pero le falto velocidad. Y al final se le echó la defensa encima y provocó que eligiera mal, no llegó ni a tirar.

A partir del 80 el Ceuta pareció volver a despertarse y mezclando toque con balones largos para que Javi Navarro los bajara en continuación generó buenas jugadas y buenas ocasiones de gol. La más clara quizás una de Javi Navarro en el 83, Castellano por la banda llegó hasta el área y la metió bien al centro para Javi Navarro al borde del área chica se dio la vuelta y tiró franco, atrapó el portero, de haber habido rechace hubiera sido gol, con seguridad.

Seguro, muy bien hoy, desbordó a dos jugadores por su banda dos minutos después, pero en lugar de centrar optó por el disparo y lo hizo con cierta inocencia.

El susto llegó con el timpo ya cumplido. El Roquetas puso un balón en el poste y aún la volvió a tener en el rebote, paró Fock y en el rechace volvió a tirar el Roquetas y el balón salió a corner.

Al final empate, el Ceuta no se aleja demasiado de la cuarta plaza, pero el equipo sigue sin reaccionar y parece que lo va a tener complicado. La semana que viene visita el Murube el Cádiz. Cada partido se antoja ya como decisivo y sin posibilidad de error.