El Ceuta ha tropezado de nuevo. Siete días después de perder a domicilio frente al Linares Deportivo en la que fue la primera derrota de los blancos en lo que llevamos de campaña, el equipo de José Juan Romero ha vuelto a dejar escapar tres puntos que habrían valido su peso en oro; esta vez, ante un implacable Castellón que ha demostrado con creces por qué es el líder invicto de una categoría que -parece- se le está quedando muy pequeña.

A pesar del puente y del sofocante calor, las gradas del Alfonso Murube presentaban un lleno próximo a las tres cuartas partes del aforo máximo. Según el club, algo más de 4.100 aficionados han presenciado el lance de cabo a rabo. Lamentablemente, el resultado final no ha sido, ni de lejos, el que todos esos hinchas habrían deseado.

Era (es) el líder; no había opción de escatimar en recursos. Pleno sabedor de ello, JJ decidía ir con todo a por el encuentro. El once inicial dispuesto por el de Gerena para tratar de derribar el muro castellonense ha quedado conformado tal y como sigue: bajo palos, la titularidad ha sido para Pedro López; Capa y Fabrizio Danese han ocupado el eje de la zaga, con Fran Rodríguez y Redru por los costados; Lolo González, Ale Meléndez y Ñito se han situado en el centro del campo; Carlos Doncel y Cedric han hecho lo propio en el frente de ataque, con Dani Romera como hombre más adelantado.

El encuentro ha sido un 'tú a tú' de auténtico manual. Lo ha sido, al menos, durante los primeros quince minutos. Poco antes de que la contienda llegase al cuarto de hora, Cedric ponía a los nuestros por delante con un vistoso sombrerito que desataba la locura a lo largo de los cuatro graderíos y hacía creer a la hinchada caballa en una posible victoria.

La alegría y el alborozo durarían más bien poco. A los veinte de partido, Haris Medunjanin ponía la igualada en el marcador con un tiro de falta desde la frontal tras el cual mandaba a callar a un sector del estadio. En respuesta al desafortunado gesto del centrocampista bosnio, la práctica totalidad del coliseo ceutí se animaba a proferir todo tipo de insultos contra el goleador. Luego de amonestar al mediocentro, el colegiado se dirigía a la zona de los banquillos para hablar con el delegado de campo. La megafonía avisaba: se acabaron los improperios.

La Agrupación se venía abajo; el Castellón se crecía. El segundo gol del conjunto valenciano llegaría en el 34 a raíz de una mala salida y un posterior despeje aún peor por parte del cancerbero local. Tras quedar el balón completamente suelto al borde de la media luna, Dani Villahermosa remataba a placer (y a portería vacía) para poner a los suyos por delante en el luminoso.

El descanso se convertiría en un auténtico alivio para un Ceuta que no hacía más que achicar agua. Tan solo unos minutos después de producirse la reanudación, Carlos Doncel lo intentaba de media chilena a escasos centímetros del punto de penalti; el cuero acababa siendo blocado y enviado a córner por el guardameta rival.

En el minuto 58, Romero decidía sacar del verde a Fran Rodríguez y a Lolo González para dar entrada a Uche y a Aisar. Segundos más tarde, Ñito corría la misma suerte que sus dos compañeros; entraba en su lugar Adri Cuevas. La intención era buena; el efecto, no demasiado.

El Ceuta tuvo dos ocasiones cantadas para lograr el empate en el tramo final del duelo: la primera de ellas, en botas de Jota, que disparaba directo contra el muñeco siete minutos antes del pitido final; la segunda, por medio de un penalti que el árbitro señalaba luego de impactar el balón sobre la mano de un contrario. Siendo esta una oportunidad inigualable para, al menos, haber rescatado un punto, Adri Cuevas desaprovechaba la ocasión: Gonzalo Crettaz adivinaba las intenciones del ariete.

Ya en el descuento, se producía la contrarréplica. La ejecución de la pena máxima caía, en esta ocasión, del lado del Castellón. El extremo derecho suplente del conjunto de la Comunidad Valenciana ponía sobre el electrónico del Murube el definitivo uno a tres. El duelo quedaba, por tanto, completamente sentenciado.

Pese a la derrota, los blancos continúan ocupando aún el quinto puesto de la tabla clasificatoria. Con una renta de 14 puntos en su haber, los futbolistas dirigidos por Romero tratarán el próximo fin de semana de resarcirse del que ha sido su segundo tropiezo consecutivo. Lo harán midiendo fuerzas ante un Algeciras que ostenta la cuarta plaza y que, a buen seguro, no nos va a poner las cosas nada fáciles en el Nuevo Mirador.