El exilio sevillano de la AD Ceuta deja a Vilches sin trabajo, sin sueldo, sin paro y con pufos


El exilio sevillano de la AD Ceuta deja a Vilches sin trabajo, sin sueldo, sin paro y con pufos

- El utillero ceutí, que fue despedido en julio tras no cobrar desde marzo y que no ha podido percibir la prestación por desempleo durante 60 días, recibe un requerimiento judicial por el alquiler que iba a pagar el club

- Trabajador de la Asociación Deportiva durante los últimos 13 años, Vilches asegura que Muñoz le propuso en verano seguir en el Atlético cobrando el paro y 300 euros en 'negro'

A Manuel Vilches la agonía sevillana de la Asociación Deportiva Ceuta le ha salido muy cara. Por si no haber cobrado parte de la última temporada y haber perdido parte de sus prestaciones por desempleo, entre otras rémoras, no fuese suficiente, este martes se ha encontrado con un requerimiento judicial en el buzón por el que se le reclaman 2.500 euros en concepto de alquileres impagados en Coria, donde residió durante el exilio del equipo local en la capital hispalense.

"¿Cuál fue su primera reacción cuando le comunicaron que debía irse a Sevilla con el equipo?", le preguntaba el diario AS hace trece meses. "Al principio pensé que era una broma", respondió. Una broma pesada.

Según Vilches, cuando a la AD Ceuta el Gobierno local le cerró el caudaloso grifo del dinero público y la Directiva decidió no venir a la ciudad autónoma más que a jugar como local, el presidente, José Antonio Muñoz, le prometió sueldo ("seguir cobrando lo mismo"), alquiler y dietas en Sevilla. En verano de 2011, a pesar de lo "duro" que le parecía dejar atrás hijos, nietos y esposa, hizo las maletas.

"El arrendatario llegó a la casa que me habían buscado a entregarme los muebles y firmé el correspondiente contrato, aunque siempre quedó claro que sería el club quien pagaría la renta, tal y como hizo durante los primeros meses", recuerda. Los problemas no tardaron en empezar. En octubre, su 'casero' empezó a quejarse de falta de pago, como el Ayuntamiento de San Juan de Aznalfarache...

"Yo no tenía ni para comer y llegué a hacer las maletas para volver rogando al propietario del piso que dejase claro que me había echado de la casa, pero justo antes de enfrentarnos al Cádiz el presidente pagó dos meses de alquiler, al Ayuntamiento y a la plantilla, con lo que me quedé", hilvana.

Fue, parece, el penúltimo estirón económico de la Asociación Deportiva. La de marzo fue la última nómina que cobró Vilches, de 62 años, al que a mediados de mayo, después de que el Badajoz apabullase al equipo en el 'Murube', Muñoz instó a coger las deudas y correr. "Me dijo que no volviese a Sevilla, donde ya habíamos dejado molesta a la gente por haber salido con todo nuestro material deportivo", rememora, "pero yo tenía allí a mi mujer desde hacía dos meses y tenía que regresar y recoger nuestras cosas".

En julio, despedido con opción a reengancharse

Así lo hizo. Ruborizado por los agujeros económicos dejados personalmente en productos de limpieza, que el club tampoco ha querido asumir, o por los que otros compañeros contrajeron con la empresa que trasladaba al equipo en autobús, después de poner y pedir dinero para ir tirando tras 13 años como utillero del primer equipo de la ciudad, el 23 de julio Vilches se vio con los huesos en la calle.

"Ese día recibí la carta por la que se me daba de baja con efectos del 2 de julio, por lo que no podía solicitar la prestación por desempleo al habérseme pasado el plazo hábil", expone su carrera de obstáculos. "Empecé a pedir un certificado de empresa para solucionar el tema ante el INEM que nunca se me dio y al final dejé de cobrar 2 meses de paro", apunta.

La del certificado no fue su última conversación con Muñoz, que según apunta Vilches le propuso seguir ligado al primer equipo de la ciudad "cobrando el paro y recibiendo 300 euros extra al mes en 'negro". Asustado y espantado, Vilches dijo que no. "En el Atlético manda el ex presidente, aunque ahí aparezca Gil de 'pantalla' para que no le digan que ha hecho desaparecer tres veces al club", lamenta el utillero, que rechazó la oferta para no meterse en un berenjenal todavía mayor. "Yo, después de 13 años en el club, no he recibido ni carta de despido ni finiquito ni nada, aunque otros familiares de Muñoz sí recibieron hasta 36.000 cuando fueron echados por otras directivas", compara.

Vilches tiene ahora menos de un mes para resolver el requerimiento judicial sobre el alquiler del piso de Coria antes de enfrentarse a un problema todavía mayor. En el Juzgado le han instado a probar que siempre fue la Asociación Deportiva la que respondió por ese compromiso.

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