Cuatro equipos, una docena de partidos, un campo de fútbol de tamaño completo, un público más que entregado: ese ha sido el (atrevido) planteamiento que ha dado forma a la que ha sido la segunda edición del denominado 'Torneo por la Inclusión', cuyo completo transcurrir ha tenido lugar este 30 de noviembre en la cancha de la sede federativa.

El evento encuentra su razón de ser en esa Semana de la Discapacidad que hoy mismo ha llegado a término tras tres intensas jornadas de ponencias, charlas y coloquios varios. "Nos reunimos el año pasado y dijimos: 'Vamos a hacer un torneíto'", revelaba Raúl García, monitor deportivo de la RFFCE. “La cosa tuvo éxito, así que decidimos repetir”, explicaba.

Era un campeonato amistoso, sí, pero no uno de tres al cuarto: su enjundia ha sido tal que ha reunido en torno a sí a más de treinta deportistas en la Ciudad del Fútbol. Casi nada.

Los primeros balones -los del calentamiento- comenzaban a rodar sobre el verde poco después de las diez en punto de la mañana: jugadores de Foso Ceuta, Fuerte Mendizábal, Plena Inclusión y la propia territorial saltaban al césped del Emilio Cózar para ejercitarse y desentumecer los músculos antes de afrontar sus respectivos duelos.

El ambiente no podía ser más propicio para la diversión: en altura, a pocos metros del campo, varias decenas de personas abarrotaban un sector del graderío para animar -pompones en mano- a los futbolistas que había a pie de pista.

Cada encuentro de los doce disputados ha durado del orden de veinte minutos. El sistema de competición fijado por Antonio García Gaona y los suyos ha sido de lo más sencillo: liguilla a partido único; aquel que acumulara más victorias -más puntos- en su haber, se alzaba con el trofeo.

Tras dos intensas horas de competición, quien se ha acabado proclamando campeón ha sido el Foso Ceuta, cuya plantilla se ha llevado con solvencia cada uno de los duelos que ha jugado.