Inquietante tarde en el Murube

Inquietante tarde en el Murube
Manolo Pérez jugó un buen partido y fue de lo mejor del equipo junto a Guzmán

-El Ceuta gana 5 a 2 al colista, Jumilla

-Tras una primera parte excelente, el Ceuta a punto estuvo de tirar todo el trabajo por la borda en un segundo tiempo para olvidar


La tarde del sábado estaba pensada para celebrar, para darse al placer de ver a los nuevos, echar tres puntos más a la buchaca e invertir tendencias y sensaciones de jornadas atrás en las que el equipo no terminó de estar bien. Desde su debut en el Álvarez Claro de Melilla Goikoetxea no lograba la victoria. El Jumilla, colista con 16 jugadores, tirando del filial de regional preferente y más que hundido se antojaba el bálsamo perfecto para una Asociación Deportiva Ceuta que no acaba de despegar.

Y el guión se cumplió a raja tabla en la primera parte. Excelentes los locales, tocando con precisión y encontrando bien los espacios. Preciso e inteligente Guzmán, el mejor del equipo en el primer tiempo. Por su banda, la derecha llegó el máximo peligro. Las ocasiones se sucedían:

En el minuto 7, el propio Guzmán a punto estuvo de abrir el marcador, su disparo salió a pocos centímetros del poste derecho del portero rival, Pepelu (muy mala tarde hoy). Casi la encuentra también, David Torres en un rechace en el 10. Guzmán casi la pone en el larguero en el 13… Y por fin en el 16, David Torres a pase de Guzmán, dentro del área chica, pega un testarazo tan perfecto como el centro que recibió y puso el uno a cero.

Y casi sin pausa, en el 19 Mansilla a la salida de un corner cabeceó a las mallas. Dos a cero, la tarde iba por donde se esperaba ante un rival que en las 23 jornadas previas había encajado 35 goles y sólo había sido capaz de meter 8.

El Ceuta era preciso arriba como nunca antes esta temporada y las ocasiones seguían cayendo una tras otra. En el 25 la tuvo, Manolo Pérez (gustó y mucho a la afición, como Añete). En el 27 David Torres se durmió un segundo en el área, no vio a Javi Navarro sólo a su izquierda y falló una ocasión que habría puesto punto y final al partido. En el 29 Añete a poco más que se mete con el balón en la portería, fue driblando rivales por el centro y llegó hasta el borde del área chica, se le fue por poco y no llegó a empujarla.

Los rivales que no están muertos aún pueden hacer daño, por más colistas que sean, y más blandas que sean sus zagas y más faltos de recursos estén. Y eso pasó en el Murube esta tarde de sábado.

Karim, rápido, al menos más que Mansilla y David Cañas, cogió una contra y se la hizo al Ceuta. Gol. Dos a uno. Partido abierto de nuevo. Corría el minuto 30 de la primera parte.

El Ceuta insistió hasta el descanso y fruto de su juego de toque, se nota y mucho la incorporación de Manolo Pérez y de Añete. En el 35, Guzmán la volvió a hacer y esta vez sí, a diferencia de David Torres, vio que Javi Navarro se quedaba sólo en el segundo palo por el lado izquierdo del ataque y allí la puso, cuando toda la zaga defendía las entradas por el centro de otros jugadores del Ceuta, Navarro la enganchó mal, pero le dio lo justo de bien para que el balón acabara en la red.

Aún tuvo otra el Ceuta antes del descanso. A la salida de la caseta todo cambió.

El juego de toque, la presión para recuperar el balón… Todo lo bueno desapareció. El Jumilla que ya había dejado en evidencia que la zaga del Ceuta no anda fina, además del gol genero un posible penalti en la primera parte, en dos acciones a la contra. La volvió a hacer, en otra contra vertiginosa, el Ceuta que salió desganado, como falto de concentración, acabó cediendo un penalti en el último metro, porque el balón se iba para dentro. Podría incluso haber sido expulsión del portero. Ramos lo clavó, tres a dos, quedaba más de media hora.

El Murube llegó a mostrar un poco de impaciencia, estuvo más cerca durante un buen rato el empate y la tragedia ante el colista que el cuarto gol local.

El partido se volvió malo, insulso. La falta de concentración ante un rival muy inferior serviría como justificación, si el Ceuta contara sus últimos partidos por victorias militares, pero la realidad es que, como dijo Goiko, en la rueda de prensa posterior el equipo necesita invertir sensaciones y tendencias, recuperar la alegría y la costumbre de ganar. Y los últimos empates y derrotas no fueron precisamente ante el Cádiz, el Murcia y el Sevilla B. Rivales como el Lucena, el Caravaca o el Ecija hicieron caja ante un conjunto pensado para ser campeón de la Segunda B. En esas circunstancias un equipo comprometido y con carácter hubiera sacado las uñas y aprovechado la tarde de este sábado para ganar seis a cero (era posible).

En su lugar pasó apuros durante buena parte de la segunda parte. Manolo Pérez se desgañitaba “¡Recuperamos, hay que volver!”. No sólo el humilde Jumilla, el Ceuta últimamente a la contra parece un chollo, la zaga no anda bien, entre otras cosas, porque se empieza a reflejar cierta indolencia de la plantilla a la hora de presionar y no se defiende en bloque. No se sigue el ejemplo sufrido contra el Barcelona, un equipo que tiene en Messi, Villa y Pedro su primera línea de defensa.

Goiko hizo cambios, retiró a Torres, Ormazábal y Navarro y dio entrada a Sandro Mendes, Berrocal y Seguro. Y el equipo cogió otro aire.

Berrocal la tuvo nada más salir en el 79, tras un gran pase de Guzmán, pero le falló el control y se le escapó la ocasión. No era su día, volvió a fallar una ocasión clara en el 83, en lugar de tirar intentó un último regate y el balón acabó en corner.

En ese corner, Pepelu salió a por uvas y uno de los más bajitos de la clase, David Cañas sólo tuvo que poner la cabeza en el segundo palo para llevar al tranquilidad a la grada (que no la satisfacción) y dejar el resultado en 4 a 2 a falta de seis minutos. Ahora sí, el partido estaba muerto. Por un demérito del Jumilla y no por un acierto del Ceuta.

En el 85 Berrocal sólo tenía que pasarla al que estaba sólo dentro del área y hubiera sido el quinto, pero fue incapaz de pasarla, la grada se desesperó. En el 89, otro corner, otro falló no ya de Pepelu sino del Jumilla en bloque y el balón le volvió a caer a David Cañas en el segundo palo, estaba vez lo marco con el pie. De videojuego de los malos. Cinco a dos. Final del partido, se invierte la tendencia de resultados, no la de juego. La falta de compromiso se ve ya desde la grada. Y se sabe que el equipo a diferencia de la primera vuelta parece que va a pasar muchos apuros cuando enfrente tenga un rival que sepa qué hacer con la pelota y apriete en defensa un poco más.

El martes por la noche hay otra oportunidad para la redención. Se juega el partido contra el Lorca aplazado por la lluvia. Un Lorca más cerca del descenso que de otra cosa. En la primera vuelta se le ganó uno a dos. El martes es un día para volver a entrar en play off y dejar atrás las malas sensaciones, las salidas frustradas a mejores destinos, dejar atrás los delirios de grandeza y comenzar a demostrar con trabajo y compromiso que la plantilla del Ceuta es una de las mejores de toda la Segunda División B. Hasta ahora, la irregularidad es la tónica. Y eso es inquietante.

Inquietante tarde en el Murube


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