Un inspirado Ceuta barre al Club Deportivo Alcalá


Un inspirado Ceuta barre al Club Deportivo Alcalá
-Guzmán por dos veces, Añete y Javi Navarro sentenciaron un encuentro intrascendente más allá de los tres puntos

-Los de Goiko cumple con el guión previsto y aprovechan las derrotas del Cádizy el Roquetas para ponerse a un punto del ascenso

Cierto es que el Club Deportivo Alcalá es uno de los peores equipos de la categoría, que por lo dicho por su entrenador la plantilla salió pensando en la derrota, que se levantó a las cinco de la mañana para venir a jugar a Ceuta, imagine cómo saltaría usted al campo, que el árbitro hecho un cable al dejarlos con uno menos a la media hora (si hubiera sacado amarilla, no habría sido ningún escándalo, ni habría cometido una injusticia). Todo eso es cierto. Pero luego los encuentros hay que ganarlos. Hay que saltar al césped, jugar y acertar de cara al gol, estar serios atrás y no encajar un tanto tonto en un despiste. Y cierto es también que a pesar de que el equipo no ofreció mucha más mejoría que el acierto de cara al gol, la victoria es tan contundente como necesaria. Cuatro a cero.

El Ceuta salió al campo algo más concentrado que otras veces. El hambre va apretando y una plantilla diseñada para ganar el grupo está ahora pensando en que el objetivo es ser cuartos y meterse en la liguilla aunque sea en el último minuto de la última jornada de penalti injusto.

Eso y la enorme maldad del rival, quizás cansado por el viaje y el madrugón, se dejó notar pronto. A los dos minutos, tuvo el Ceuta la primera ocasión, una medio tijera que salió fuera por poco y que de haber encontrado puerta habría sido el uno a cero.

Tres minutos después, el Alcalá avisó de que como cualquier rival por pequeño que sea iba a poner su cierta exigencia. Y un tiro de falta de Chico obligó a Fock a exprimirse.

Javi Navarro, siempre enchufado, robó un balón a la zaga en el minuto de la mala suerte y encaró al meta sólo, Relaño se la sacó con la pierna, cuando la grada ya daba por cantado el gol. No importó.

Cuatro minutos después fruto de una vertiginosa jugada colectiva apareció Guzmán, cuando parecía que otra vez la falta de puntería y de contundencia en el último metro iba a aparecer para empujarla en el segundo palo al fondo de la red. Uno a cero.

Además del gol, lo mejor era que el Alcalá no daba sensación de poder inquietar demasiado y lo que parecía era que en cualquier momento llegaría el segundo y la tarde sería un remanso de paz. Más aún cuando en el minuto 28 Nandi le soltó un codazo en la cara a Javi Navarro para cortar su progresión y lo tumbó. El árbitro, el asistente o los dos interpretaron que la jugada tuvo más violencia de la que exige el fútbol y la cartulina fue roja. Este mismo colegiado no expulsó al defensa gaditano que le rompió la nariz a Baigorri en la primera vuelta, cosas del fútbol y de los árbitros.

Con uno menos el Alcalá estaba a merced del Ceuta como los barcos sin ancla, motor ni vela están a merced de la marea. Y en el 33 entró Guzmán por la banda, hasta la línea de fondo tras recoger un pase largo de la media, centró en corto al primer palo, Javi Navarro sin ángulo para el remate, la peinó al segundo palo y allí apareció Añete. Con mucha sangre fría empujó el esférico con la cabeza hacia el primer palo de dónde venía volando el meta del Alcalá, Relaño. Precioso contrapié. Dos a Cero.

El siguiente cuarto de hora se puede decir que casi sobró. Hubo un balón al palo. Y poco más. El equipo del Ceuta bajó el pistón esperando ganar el descanso. Y el Alcalá, bastante pesadilla tenía ya encima como para pensar en otra cosa.

Tras el descanso, el Ceuta volvió a salir con intensidad. Queriendo evitar lo que ha pasado otras veces: un despiste, una contra rápida del Alcalá, un gol tonto y al final se acaba pasando miedo, dejando soñar al rival con el empate y suplicando al árbitro que acorte los minutos.

No estaba eso en el guión de este domingo. Este domingo el equipo quería mandar un mensaje, el que no ha enviado otras veces. Un que nadie nos dé por muertos ni deje de contar con nosotros para el asunto este del ascenso. Y como San Roque, Melilla y Cádiz están muy lejos, se afanó para que la victoria fuera por goleada y sonará un poco más fuerte.

Así a los diez minutos de la reanudación, tras dos saques de esquina y con el rival encerrado en su campo, Javi Navarro apareció en el segundo palo para remachar un balón que llevaba mucho peligro. Tres a cero.

Tras el gol, entró Modeste por Vítor Moreno que pidió el cambio por alguna clase de molestia o problema. Y en el 68 Guzmán marcó el cuatro a cero definitivo y su segundo gol de la tarde. Llegó rápido el Ceuta arriba después de robar un balón en el medio campo, Guzmán por su banda la derecha se internó en el área, había dos defensas y cuatro jugadores blancos. Tres a la espera de que Guzmán encontrara el pase con el objetivo de empujarla. Pero Guzmán que había fallado ya una ocasión parecida un minuto antes, caracoleó dentro del área, optó por chupársela y le salió francamente bien. El balón fue imparable para el portero, que también esperaba el pase.

Con el partido más que resuelto, Goiko aprovechó para dar descanso a dos de los que más corren y quitó a Manolo Pérez en el 67 para meter a Seguro. Pérez representa en su persona, quizás lo mejor y lo peor del Ceuta. Es uno de los más profesionales. Corre, corre y corre, a pesar de su edad, el que más. Se aplica en defensa y se aplica en ataque como ningún otro jugador y toca el balón con mucho criterio. El Ceuta lo nota y mucho para bien. Pero lo notaría más aún si los demás jugadores de la media le siguieran en esa labor. Nadie se le ofrece cuando tiene la pelota. Nadie tira desmarques. Y cuando el equipo contrario la tiene, sólo él presiona de verdad en el medio campo.

La grada lo reconoce y así no es de extrañar que a diferencia de lo que pasó con Vítor Moreno, se escuchara una sonora ovación, puede que la más grande de toda la temporada cuando Pérez enfiló el banquillo.

También se aplaudió y mucho a Añete que dejó su puesto cuatro minutos después que Pérez, en el 71 a David Torres. Añete es otro de los que siempre cumple, no hay un partido que no dé todo lo que tiene. Javi Navarro encaja a la perfección con estos dos. Los tres más profesionales de lejos y los tres más apreciados por la grada. Si a estos tres sumamos a Guzmán especialmente inspirado este domingo se tiene a los cuatro mejores del equipo.

En lo positivo hay que decir que la defensa pareció más segura este domingo que en otras ocasiones. Claro que el rival, con diez desde la media hora, tampoco ofreció mucha batalla.

La victoria es balsámica, por amplia, merecida y justa, por la ligera mejora que mostró el conjunto y por la derrota del Cádiz en Écija y por la del Roquetas en el campo del Lucena que acerca el cuarto puesto a sólo un punto. Pero el verdadero chequeó del equipo es la semana que viene. El Ceuta visita la casa del líder. Si en la Nueva Condomina vuelve a correr más que nadie Manolo Pérez, el equipo tiene muchas opciones de sufrir un escarmiento severo como el día del Sevilla Atlético. De momento, y después de ganar por cuatro a cero, cabe ser optimistas.

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