IVÁN CHAVES

“Los mejores jugadores del mundo han salido de la calle y ahí no hay entrenador”

“Los mejores jugadores del mundo han salido de la calle y ahí no hay entrenador”
Iván Chaves, este lunes en la plaza de los Reyes.
Iván Chaves, este lunes en la plaza de los Reyes.

¿Menotti o Bilardo? No media ni una décima de segundo entre la pregunta y la respuesta de Iván Chaves: Menotti. “Jugando bien es más fácil ganar”. Una pregunta sencilla pero definitiva para diferenciar a un entrenador enamorado de la pelota por encima del resultado del que vive por y para la victoria a cualquier precio. Chaves es de los primeros, de los que creen firmemente que el fútbol es un juego de equipo y la pelota es su centro gravitatorio.

Un manual de estilo que ha evolucionado con la experiencia, que imparte en la Escuela de Entrenadores de la Federación Peruana de Fútbol y que ha plasmado en un libro que este martes (20.00 horas, Biblioteca Pública de Ceuta) presenta en Ceuta: “Enseñanza Y Entrenamiento Técnico-táctico Basado En El Juego”. Un trabajo, pensado para entrenadores y futbolistas, que ha alcanzado ya su quinta edición.

Para Chaves, madridista irredento desde que se enamorara del fútbol sin complejos de la Quinta del Buitre, el entrenador perfecto sería una mezcla imposible entre la devoción por el toque de Marcelo Bielsa y Pep Guardiola y la mano izquierda para gestionar un vestuario de Vicente del Bosque. “Pero mis alumnos piensan que soy del Barca”, se ríe, “por la cantidad de vídeos del Barcelona que les pongo”. Porque, insiste, el fútbol “en esencia” en un juego. Un juego en el que -sostiene Chaves contradiciendo al trío de entrenadores que venera-, lo único realmente importante no es la pelota, son los jugadores.

“El fútbol nació como un juego, pero se nos ha olvidado. De hecho en sus comienzos no había entrenadores, ni directivos ni medios de comunicación, solo jugadores y una pelota. Nada más. Pero eso se ha pervertido y el juego parece lo menos importante. Negocio será para el directivo, espectáculo para el espectador, pero para mí como entrenador debe ser un juego de estrategia”. El entrenador, según Chaves, ha de ver el fútbol como una partida de ajedrez, conocer sus fortalezas y debilidades y las del rival, lograr enmudecer las virtudes del contrario mientras brillan las tuyas. “Y el 90 por ciento de tu trabajo se hace durante la semana en los entrenamientos, cuando empiece el partido olvídate”.

"El fútbol es movimiento"

Tras casi una década estudiando los entresijos del fútbol moderno, Chaves ve el fútbol de otro modo, ya ni siquiera sufre si pierde el Real Madrid. El fútbol para él es estrategia. Pero pese a ello, desconfía de los sistemas. Según Marcelo Bielsa, después de ver más de 60.000 partidos, solo hay diez sistemas posibles de juego. Para Iván Chaves antes que el sistema están los jugadores: “El dibujo va a depender de las características de los jugadores, es algo a lo que da mucha importancia la prensa, pero en realidad el fútbol actual consiste en crear superioridad numérica en la zona en la que está el balón sin descuidar las otras zonas, se produce un movimiento constante, puede ser que salgas con un 4-3-3, pero cuando atacas se convierta en un 3-3-4, cuando defiendas en un 5-4-1...” Los esquemas de juego son, insiste, solo etiquetas que se esfuman en contacto con la hierba. “El Barcelona juega con un 4-3-3 y la gente quiere jugar con un 4-3-3 y una de las cosas que hago al comienzo del libro es tratar de desmentir esto con imágenes de una semifinal de la Champions entre el Barcelona de Luis Enrique y el Bayern de Munich de Guardiola de 2015, que todos decían que ambos jugaban con un 4-3-3. Los 18 primeros minutos me dedico a buscar ese 4-3-3 y no está, no existe, hay un momento en el que el Barcelona recupera el balón cerca de su área y por un instante los jugadores se colocan en ese dibujo pero se difumina porque el fútbol es movimiento”. Una frase digna de Bielsa. Aunque Chaves no es rígido como el argentino, su concepción del esquema es elástica, varía dependiendo de los jugadores, del rival, de quién tiene la pelota o en qué campo se juega. “De qué me sirve un 4-3-3 si quiero evitar que me metan un gol”, señala.

Las cinco claves

Para Chaves los futbolistas son los protagonistas y a ellos debe estar dirigido el mensaje. Ellos deben comprender e interiorizar el juego para interpretarlo, no son autómatas. “Hay que explicares el qué, el por qué, para qué, cómo, dónde y cuándo”, resume, “Si te dicen que cuando ataquemos tienes que subir y cuando defendamos tienes que bajar puedes ser campeón del mundo pero no has entendido el juego. Yo sé mover las fichas del ajedrez pero no sé jugar ni mucho menos tengo la capacidad de Kasparov de mirar y ver los cinco movimientos que va a hacer el contrario y qué movimiento puede hacer él”. Pero para eso, el entrenador debe ser el primero que domine el juego, recuerda, y no siempre es así: “El problema es que muchas veces no lo hemos entendido y nos basamos en el tópico de que hay que dejarse la piel en el campo, hay que pelear.... Claro, pero explica cómo. A mí se me han acercado jugadores profesionales después de una clase y me han dicho que han aprendido más que en 15 años jugando en Primera División y en la Selección peruana, cosas que nunca les habían explicado. Si pudiese volver 15 años atrás tengo la sensación de que sería mejor jugador, te dicen”.

Una idea de juego que ha ido madurando con los años, desde su paso por el fútbol base de Ceuta hasta el fútbol peruano, pero que terminó de redondearse en el continente americano. “Allí, en Perú o en Argentina, se sigue jugando en la calle, no hay entrenador, no hay padres, no hay directivos, no hay periodistas, solo hay jugadores jugando”. Pero, avisa Chaves, “se está perdiendo la calle y te encuentras con una selección brasileña sub17 con chicos muy altos y muy fuertes pero jugando no parecen brasileños”. “Los mejores jugadores del mundo han salido de la calle y allí no hay entrenador, el problema es que los entrenadores de menores o incuso con los mayores han querido tener más protagonismo que los protagonistas y en el fútbol lo puedes quitar todo menos los jugadores”.

Una visión que choca con el fútbol moderno, un espectáculo que se rige por las leyes del capitalismo salvaje y la mercadotecnia y que es la nueva seña de identidad para las masas. “Por desgracia”, suspira. “Por eso digo que hay que darle al fútbol la importancia que tiene. Si te planteas el fútbol como lo que es, un juego, todo cambia”.

Un juego que mueve mucho dinero y el dinero es capaz de corromperlo todo, hasta las mismas raíces del fútbol base. Algo que Chaves ha visto en América Latina, donde el fútbol base se ve en muchas ocasiones como una puerta de salida de la miseria y tu hijo como una oportunidad de negocio. “En España hay un sector de padres que quieren que su hijo sea futbolista porque ellos querían ser futbolistas y no pudieron y se quedaron frustrados, y otros, también, por el tema económico, pero en Sudamérica, sin generalizar, el padre lo ve como una salida de la pobreza. Fui subcampeón nacional sub14 y tuve que reunirme con los padres y les hice un gráfico con estadísticas de España y Perú que se hizo viral en el que les decía que de cada mil chicos solo uno llega a profesional, que trabaja como futbolista y te pagan por ello, pero quizá te pagan 500 euros; de cada cien mil chicos que juegan al fútbol hoy uno va a jugar en una de las primeras 50 ligas y de cada 500.000 mil uno va a llegar a uno de los 50 mejores equipos”.

Pero cuando el fútbol es una inversión llega la presión. “El niño con 13 ó 14 años tiene encima un presión brutal del club, de los padres, para que se muestre en torneos. Yo se lo digo muchas veces: os veo la cara mientras jugáis al fútbol y no os veo que disfrutéis y tendríais que estar disfrutando, estáis haciendo lo que os gusta y tenéis cara de quien está yendo a la oficina porque tiene que llevar un sueldo a final de mes”

"El fútbol puede ser una gran herramienta educativa"

La experiencia le dice a Iván Chaves que debe desconfiar de quien dice que el fútbol es una escuela de vida y es así, pero no siempre en positivo. “Se dice mucho que el fútbol es una escuela de valores ero el fútbol en sí mismo no te va enseñar nada, pero, por ejemplo, hay una cosa que dicen todos los entrenadores de niños y que no aparece en ningún libro: el que no entrena no juega, pero llega el fin de semana y la estrella, que no ha aparecido por los entrenamientos en toda la semana es el capitán”. Pero trabajar con los chavales en el día a día, entrenando, jugando y aprendiendo, sí puedes enseñarles muchas cosas: “Si le dices al niño que Messi come espinacas el niño come espinacas. Yo por ejemplo les pido las notas cada trimestre el que haya suspendido tres asignaturas va a seguir entrenando pero no va a jugar un partido hasta el próximo trimestre. El fútbol puede ser una gran herramienta educativa”.

“Los mejores jugadores del mundo han salido de la calle y ahí no hay entrenador”


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