El naranja ha tomado este primero de octubre las calles de la ciudad con motivo del denominado 'Día Internacional de las Personas de Edad'. La Consejería de Sanidad y Servicios Sociales ha vuelto a celebrar el día grande del colectivo ceutí de mayores con una atrevida propuesta que ha aunado deporte y diversión y que, al igual que sucede año sí año también, ha gozado de suma aceptación.

Según los datos que maneja el área que encabeza Nabila Benzina, alrededor de 250 valientes han participado en un evento en el que, desde luego, no han faltado las risas y la fraternidad. Bajo el lema 'Mayores en marcha', los corredores han puesto pies en polvorosa -tal y como estaba previsto- nada más darse las campanadas de las once de la mañana; la puntualidad ha sido total.

Como en toda carrera mínimamente importante, las Murallas Reales han hecho las veces de punto de partida de lo que ha sido un itinerario bastante amigable y relajado. La comitiva partía del Centro Gallego en medio de un clima de disfrute como pocas veces se dan a lo largo del año. Minutos antes de producirse el pistoletazo de salida, el ambiente era de plena distensión: charlas, corrillos, selfies... Más que de marcha, la atmósfera era de fiesta.

Tras el arranque, el grupo se ha dirigido hacia el puente Cristo para, acto seguido, atravesar el paseo de Las Palmeras y enlazar con el de La Marina. Salvo en momentos puntuales, el tráfico rodado no ha supuesto impedimento alguno en el normal desarrollo de la prueba, cuya línea de meta ha quedado fijada en el Parque Marítimo del Mediterráneo.

Dentro del propio Parque, en la zona en la que se ubica el escenario, Servicios Sociales ha puesto el broche a la cita valiéndose de un taller de baile en el que nuestros mayores lo han dado todo. Ha habido, por contra, quien ha preferido aprovechar la ventana para sentarse a la sombra, descansar e hidratarse.

Corriendo o andando; eso da igual: la idea era completar el recorrido y que nadie, absolutamente nadie se quedara atrás. Así ha sido. Siendo esa la premisa, el objetivo final pasaba por hacer pasar un buen rato a todos y cada uno de los participantes. A falta de testimonios y valiéndonos exclusivamente de lo observado sobre el terreno, todo parece indicar que las pretensiones de la Ciudad se han cumplido con creces.