Se acabó la racha de imbatibilidad: el Ceuta no ha podido con el Real Club Deportivo de La Coruña. El cuadro caballa ha caído este domingo por la mínima en el feudo del equipo gallego tras catorce partidos consecutivos sin conocer la derrota en la competición liguera. Ahí es nada.

Aun habiéndose desempeñado como visitante, la Agrupación ha estado arropada en todo momento por el sector más leal y comprometido de su hinchada. Más de un millar de incondicionales han hecho acto de presencia en el auditorio de La Marina para animar desde la distancia al club de sus amores.

Las gradas del recinto presentaban un ambiente espectacular. Media hora después de producirse el pitido inicial en Riazor, la organización colgaba el cartel de 'completo'. Grandes y pequeños han presenciado el encuentro de forma íntegra en un ambiente de jolgorio como pocos se recuerdan. Lamentablemente, los vítores se han 'ahogado' en el Estrecho.

El Ceuta afrontaba la cita con la moral por las nubes. El Dépor, también. La escuadra blanquiazul se haría con el dominio del juego durante la práctica totalidad del primer tiempo. No en balde, pese a los constantes envites y acercamientos de los coruñeses, el choque se iba al descanso sin movimientos en el luminoso.

Iniciada la segunda parte, el Ceuta se crecía en ataque para disfrute de su afición. Los de José Juan Romero comenzarían a merodear las inmediaciones de la portería local cada vez con más ahínco. Sin embargo, en el 54 de partido, Alberto Quiles ponía en ventaja a los suyos a pase de Lucas Pérez.

Los blancos protagonizarían varios arreones de furia, pero no materializarían ninguno de ellos. La polémica se desataba sobre el minuto 76 tras una mano clara de un contrario en el área propia que ni el árbitro ni el linier señalaban como penalti. La (in)decisión del réferi, claro está, devenía en un cabreo monumental en La Marina. La contienda finalizaba al cuarto de hora con el electrónico totalmente inmutable.

A pesar de todo, la lectura final no ha podido ser más positiva. Los más de 1.000 kilómetros de distancia existentes entre nuestra salada Perla del Mediterráneo y La Coruña no han sido impedimento para que los más futboleros se desgañitaran con gusto. El Ceuta ha perdido, sí, pero sigue fuera de los puestos de castigo y tiene aún por delante cinco jornadas de auténtico vértigo para poder resarcirse. Los aficionados han vuelto a dictar sentencia: SÍ SE PUEDE.