Hace seis años las reglas de origen eran la panacea. El nuevo maná caído del cielo que iba a permitir el desarrollo económico de Ceuta y garantizar su futuro. Así lo entendió la Ciudad, que comenzó a organizar seminarios y presentaciones por toda España, para explicar este sistema, que permitía importar productos semifacturados a Ceuta, aprovechando las ventajas fiscales de la ciudad, terminar su fabricación en suelo ceutí y adquirir la condición de mercancias fabricadas en la Unión Europea, y libres por lo tanto de aranceles.

Luego llegaron los primeros problemas, y el Gobierno comenzó a olvidarse de las reglas de origen como futuro económico de la ciudad y dirigió la mirada al puerto y el turismo. Al parecer, ese sueño de una industrai ceutí está ya muerto, según ha asegurado la Confederación de Empresarios. La Agencia Tributaria ha abierto expediente a las dos últimas empresas que se acogían a esta norma, la lactea Alice y otra sociedad dedicada a los zumos, invalidando el proceso y exigiéndoles el pago de los aranceles del último año y medio. Una multa tanto a empresas como a los importadores que llevaban el producto hasta Algeciras para su posterior distribución por Europa.

El presidente de la Confederación de Empresarios de Ceuta, Rafael Montero, considera que con esta decisión se sentencia la posibilidad de crear un tejido industrial en la ciudad, y ocasionará además la pérdida de unos 70 puestos de trabajo. Montero no ha dudado en acusar a las Administraciones local y estatal de no haber colaborado con los empresarios para preservar esta medida. El presidente de la CECE cree que a la Ciudad le ha faltado capacidad de presión y mediación en el seno de la Unión Europea.