No parecía lunes en el Parque Marítimo del Mediterráneo, lleno casi como en un fin de semana, y más de la mitad del aforo, según el personal, eran turistas marroquíes, cerca de 700, que han aprovechado el festivo en su país para pasar el día en Ceuta. Pero se han encontrado con unas instalaciones a medio gas, con solo tres de los seis restaurantes abiertos -uno de ellos de comida rápida- y solo uno de los dos kioscos, además del bar de la isla, que también ha abierto este lunes.

Uno de los hosteleros que sí han abierto este lunes –el resto han cerrado al ser día de descanso del personal- lamentan la mala imagen del Parque y la escasa seriedad del resto de los empresarios al no abrir sus negocios y prestar el servicio a los turistas en un día señalado como es la jornada festiva del final del Ramadán. “No es nuevo, pasa todos los años y todos los años se llena”, aseguran.

Y son buenos clientes. “Muy buenos”, subrayan, de los que comen y beben por varios y no miran los precios al pedir el menú y “compran a sus hijos todos los helados que quieran”. Una clientela que la mitad de la competencia se ha perdido este lunes de final de Ramadán y probablemente también quienes han abierto, pues la escasez de la oferta ha provocado esperas de más de media hora para poder ser atendido.