Ha pasado una semana desde la última vez que se concentraron ante la puerta de la sede de Caixabank (antes Bankia) en la Plaza de los Reyes “y no ha habido cambios significativos”, lamenta Mercedes Martínez, representante de ACCAM. O lo que es lo mismo: una semana más de incertidumbre, de dar vueltas en la cama por las noches y de darle vueltas a la cabeza por el día. Y así llevan muchas semanas, al igual que sus compañeros de sector bancario en el BBVA, inmersos en un proceso similar de ERE, un reajuste, en parte por la crisis , en parte por la transición digital, que se llevará por delante a buena parte de la plantilla en ambos casos. 

Todo despido es cruel, pero un ERE te condena a vivir semanas, a veces meses, bajo la guillotina, sin saber si te cortará el cuello o no. “Lo estamos viviendo con muchísima angustia, muchísima preocupación, no sabemos qué va a pasar, a quién le va a tocar, no sabemos nada”, explica la representante sindical. “Y en el día día, además de soportar todo esto tenemos que trabajar ,evidentemente, que eso está claro que hay que hacer, pero es muy duro”.

El plazo límite para las negociaciones del expediente de regulación de empleo acaba este 10 de junio. “Si entre hoy y mañana no hay acuerdo ni avances significativos, posiblemente habrá huelga general el día 9”, avisan. Paradójicamente, su máxima esperanza a corto plazo ahora no es otra que prolongar un poco más la agónica incertidumbre que les acecha. “Normalmente se prorroga el ERE, por ejemplo el de BBVA, tenemos la esperanza de que se prorrogue para seguir negociando, de aquí de Ceuta se amortizan 16 puestos de trabajo, 16 padres o madres de familia que se van al paro y no sabemos nada”.

"Vas a trabajar todos los días pensando que puedes ser tu o tu compañero, que ya no es mi compañero que es mi amigo.  Trabajamos en un ambiente tenso"

Todo despido es cruel, pero un ERE te condena a vivir semanas, a veces meses, bajo la guillotina, sin saber si te cortará el cuello o no. “Lo estamos viviendo con muchísima angustia, muchísima preocupación, no sabemos qué va a pasar, a quién le va a tocar, no sabemos nada”, explica la representante sindical. “Y en el día día, además de soportar todo esto tenemos que trabajar ,evidentemente, que eso está claro que hay que hacer, pero es muy duro”. “Los compañeros estamos unidos, nos sentimos…. Trabajamos en un ambiente tenso, vas a trabajar todos los días pensando que puedes ser tu o tu compañero, que ya no es mi compañero que es mi amigo, no solo pienso por mi, pienso en ellos, en cómo les puede afectará ellos y a sus familias, aquí todos tenemos familia, imagina la situación”, explicaba uno Mias atrás Teresa Matres, representante sindical de CCOO en el BBVA. 

Son conscientes de que el ERE no s puede parar. No hay marcha atrás. Lo que piden son condiciones “dignas y decentes”, a la medida del sector y de los beneficios que suma ejercicio tras ejercicio. “Nadie pide cosas estratosféricas, solo algo acorde a nuestro sector y acorde a como está ahora mismo la empresa, que gracias a Dios está dando muchos beneficios”.