Los pluses de residencia y vinculación están en peligro de extinción.  “El sector privado está desmantelando el plus de residencia y el de vinculación”, alerta Juan Luis Aróstegui, acusando a sectores de la empresa privada de esquivar los convenios locales para no pagar los pluses ligados a las bonificaciones en las cuotas empresariales a la Seguridad Social, “desmadejando el régimen económico y fiscal especial de Ceuta”.

“Hay jóvenes con sueldos de 700 euros”, denuncia. Y es que, según los cálculos del secretario general de Comisiones Obreras, cuando las empresas burlan, por métodos legales, la obligación del pago de estas compensaciones por residencia, están recortando los salarios entre un 25 y un 30 por ciento. Un recorte brutal en los sueldos que repercute no sólo en el poder adquisitivo del trabajador sino también en la economía local, alerta Aróstegui subrayando la dimensión de “un problema muy serio” que compromete el desarrollo de la ciudad autónoma en beneficio de la cuenta de negocios del sector privado.

Y es que el problema sólo afecta a los trabajadores de a pie, en la vida real, los pluses de residencia y vinculación se recortan de otra parte del sueldo o directamente no se abonan; los funcionarios y empleados públicos, la última reserva laboral en la que se respetan los derechos de los trabajadores, no tienen este dilema.

Los pluses de residencia y vinculación están en peligro de extinción especialmente en aquellos sectores de reciente aparición, que no encajan entre los convenios tradicionales que se aplican en Ceuta, explica Aróstegui. Una circunstancia que las empresas, aprovechando el hueco que abrió la última reforma laboral, utilizan para adscribirse al convenio marco nacional, que no contempla estos pluses. Vigilancia privada, guarderías, mensajería o el caso de empresas de implantación nacional o multinacionales que aplican el convenio de su sede central.