El líder sindical piensa que un delegado "que habla de pulsos es que ha perdido los papeles, en cualquier caso, creo que su actuación dice mucho de la condición de este personaje que nos ha tocado sufrir". Para Aróstegui, García Arreciado está "completamente descentrado y no sabe muy bien cómo afrontar las situaciones y los problemas en los que él mismo se ha metido".

El secretario general de CCOO en Ceuta no entiende cómo un delegado se puede negar "no a firmar un acuerdo, como está vendiendo en los medios, sino que lo discuta, porque él formaba parte, porque así lo quiso el delegado anterior, de una mesa en la que cuatro organizaciones debatían sobre el futuro económico de la ciudad. No sabe cómo explicarlo y está metido en un berenjenal dialéctico del que no sabe cómo salir y, como es habitual en gente sin recursos, la mejor manera es insultar y hablar de manos negras".

Aróstegui explica que sindicatos y empresarios están "indignados" porque el delegado no se haya querido reunir para analizar la economía local, y que se lo van a hacer ver a todos los ciudadanos y al presidente del Gobierno.

Sobre la autoproclamada identificación entre el delegado y el Gobierno, Aróstegui contesta que "es una paranoia, este señor no está en sus cabales. Hablar de perseguir al Gobierno de España es ridículo, quién puede pretender desde un modesto sindicato, desde una asociación empresarial perseguir al Gobierno. Él no es el Gobierno de España, afortunadamente, sino una persona designada equivocadamente y haciendo un papel desastroso".

El secretario general de CCOO en Ceuta ha recordado que el delegado ha buscado el enfrentamiento ya que los agentes sociales han dejado "un tiempo prudencial de espera para ver su forma de actuar y ver como iba a asumir su tarea, ha sido él quien ha tomado decisiones una detrás de otra desmarcándose de todos". Aróstegui no entiende que no haya mantenido reuniones con los sindicatos mayoritarios sin contar con "CCOO o mi caso particular ya que comprendo que contaminado como estará por la agrupación local del PSOE me odie en lo personal, cuestión que admito y respeto, pero ¿qué pasa con UGT o la Confederación de Empresarios con los que no ha mantenido ni una sola reunión? Mantiene un desprecio absoluto a todo lo que no sea él".