El presidente de la Cámara de Cuentas de Andalucía, Antonio López, ha señalado este viernes en Ceuta a la Administración local como el sector público en el que se localiza el mayor “vacío” en lo que a control externo (departamentos de Intervención al margen) de la actividad institucional se refiere y ha considerado “muy interesante” desarrollar fórmulas que permitan la colaboración con empresas privadas para hacer auditorías de todo tipo a los Ayuntamientos.

López, catedrático de Economía Financiera y Contabilidad de la Universidad de Granada (UGR), ha pronunciado bajo el título ‘Retos del control externo de las cuentas públicas en un contexto de crisis económica’ la lección magistral del acto académico organizado por la Facultad de Educación y Humanidades de la ciudad autónoma con motivo de la celebración de Santo Tomás de Aquino.

Ante el delegado del Gobierno en Ceuta, Francisco Antonio González Pérez, entre otras autoridades, el presidente de la Cámara de Cuentas andaluza ha señalado que las Administraciones autonómicas se someten a fiscalizaciones anuales “con más o menos profundidad y oportunidad temporal” y que las empresas públicas tampoco pasan tan desapercibidas como las entidades locales, “que sólo en una mínima parte son auditadas cada año de forma voluntaria o por órganos de control externo”.

Sólo en Andalucía la Cámara de Cuentas, con 120 trabajadores, el 60% de ellos dedicados directamente a la auditoría y fiscalización, tiene como misión analizar las cuentas y la gestión de los 31.000 millones que mueve cada año la Junta y su entramado institucional y los 13.500 que pasan por las 1.929 entidades municipales.

López ha puesto en duda que la eliminación de los órganos de fiscalización autonómicos vayan a suponer un ahorro considerable para el sector público y ha lamentado que los informes del Tribunal de Cuentas y sus homólogos regionales “parecen servir, pese a su profundidad, para poco más que para dos o tres días de ‘guerrilla’ mediática”.

“Hay que transformar el modelo colegiado de los órganos de control externo del sector público para que no se les pueda acusar de estar politizados, reducir su número de consejeros y limitar mandatos”, ha reclamado López, que también ha reconocido que la Cámara que preside tiene que proponerse “efectuar más auditorías operativas y de gestión, exigir la aplicación efectiva de sus recomendaciones y mejorar nuestra visibilidad ante la sociedad”.

Desde el punto de vista del catedrático los órganos de fiscalización también están llamados a “detectar las áreas de riesgo para la aplicación de los principios de eficacia, eficiencia y economía en la Administración y centrar nuestros esfuerzos en ellas”, así como a “atender más a principios como los de estabilidad presupuestaria y sostenibilidad financiera”.

“Tenemos”, ha completado, “que evaluar el impacto social de las políticas públicas; seguir la evolución de la deuda; controlar las entidades satélite, que con algunas medidas ya se están reduciendo; analizar las iniciativas de venta de patrimonio y no perder de vista las operaciones de colaboración público-privada, cada vez más en boga”.

A juicio del presidente de la Cámara de Cuentas andaluza “el sacrificio que está haciendo la ciudadanía en estos tiempos de crisis exige que el control externo, la auditoría pública, sepa responder a todas las cuestiones que se le plantean”.