La Dirección General de Tributos del Ministerio de Hacienda ha establecido con carácter vinculante que tres son los requisitos que, al margen de tener aquí su residencia fiscal, deben cumplir las empresas para considerarse realmente “radicadas” en la ciudad y beneficiarse de la bonificación en el 50% del Impuesto sobre el Juego, en el caso de las dedicadas a ese sector.

Que más de la mitad de su plantilla esté adscrita a su sede local y tengan en Ceuta su residencia habitual; que más del 50% de su masa salarial corresponda a esos trabajadores (para evitar localizar solamente a los peor retribuidos); y que el conjunto de servicios recibidos por la operadora de otras empresas del grupo no supere idéntico porcentaje del total de sus costes.

“Si algún operador está instalado en Ceuta pero no cumple esas condiciones no podrá acogerse hasta que lo haga: podrá tener su residencia fiscal aquí, como podría estar en cualquier parte de España, pero no se bonificará, como les sucede a dos que no podrán hacerlo hasta este 2021”, indican desde el sector.

“Varios de los operadores de Ceuta tienen su sede fiscal en un lugar de la ciudad y su centro de trabajo en otro, ya que antes de instalarse se tiene que realizar una labor documental tediosa que lleva tiempo, así como por su privacidad”, explican sobre un proceso que, en el caso de los llegados desde el extranjero, incluye “creación de la sociedad en la ciudad, apertura de centro de trabajo, solicitud de licencia y, una vez obtenida, comienzo de las operaciones”. “Esto implica que una sociedad se puede instalar en Ceuta en una fecha y no operar hasta mucho después con la obtención del título habilitante”.