“Según las últimas informaciones facilitadas por el Gobierno, la aprobación provisional del PGOU está muy cerca”, adelantan desde Caballas, que temen que lo que debería ser una buena noticia para Ceuta pueda convertirse en otro obstáculo más para el desarrollo de la ciudad com la aprobación de un proyecto de Plan General de Ordenación Urbana que nace ya obsoleto. 

“Este documento es un auténtico bodrio desde cualquier punto de vista que se quiera mirar. Baste recordar que la memoria económica (documento esencial para la ordenación del territorio) data del año 2008. Una tramitación que se prolonga durante trece años, en los que ha sucedido de todo, deja obsoleto cualquier documento por razones obvias. Más aún si se dan las circunstancias que se han producido en Ceuta.

Los de Mohamed Alí alertan de que “a la ciudadanía se le está diciendo que la aprobación del PGOU supondrá un gran impulso urbanístico y económico”. Evidentemente es una auténtica falacia. La aprobación de un PGOU absolutamente desfasado apenas tendrá incidencia alguna”. “Lo que sí tendría incidencia en el ámbito del desarrollo urbanístico, y sería muy necesario —proponen desde Caballas— es la actualización de la normativa aplicable. Y de manera más concreta la aprobación de una *Ley del Suelo específica para Ceuta (y Melilla)*. Así se han expresado diversos colectivos entre ellos el propio Colegio de Arquitectos. La ley que regula el urbanismo en Ceuta es pre-constitucional. Esta es una de las principales causas del caos y la ralentización del desarrollo urbanístico en Ceuta. Además de las “peculiaridades” que de algún modo colisionan con otros textos legales (ya sean aplicables al ámbito de defensa, de costas o de carreteras). Ceuta necesita “desbloquear” políticamente sus normas urbanísticas. A juicio de Caballas, la aprobación de una Ley del Suelo para Ceuta y Melilla es una prioridad. Por ello, proponemos al Pleno de la Asamblea iniciar los trámites para la *elaboración de una Proposición de Ley del Suelo para Ceuta y Melilla*, al amparo de lo dispuesto en el artículo 13 del Estatuto de Autonomía, mediante la creación de un Grupo de Trabajo integrado por los grupos políticos y con la participación de las entidades especializadas, y previo consenso con la Asamblea de la Ciudad de Melilla”.

Para Caballas “el nivel de hartazgo y desesperación es tal, que ya a casi nadie le importa ni le preocupa lo que “pone” en ese documento (casi nadie lo sabe), se trata de aprobar lo que sea, más como una cuestión de amor propio que como otra cosa. Parece, por tanto, que en cuanto se pueda, sin más estudio ni debate se aprobará lo que conste en aquellas carpetas infinitamente alteradas sin más orden ni concierto que la improvisación de quienes tienen acceso a ello”.