Lo que queda de tejido económico local no está para bromas. Lo evidencia la carta conjunta que la Cámara de Comercio y la Confederación de Empresarios han remitido este miércoles al presidente de la Ciudad, Juan Vivas, y que han hecho pública, en la que le avisan de que si se apuesta por el cierre a las 18 horas supondrá la liquidación definitiva de algunas empresas y que, al menos, el sector de la hostelería y sus proveedores y sectores dependientes se movilizaran contra la medida.

Ambas entidades empresariales reclaman el clima de diálogo que acompañó al Gobierno durante buena parte de la travesía de la pandemia y que a juzgar por el contenido de la carta no parece a travesar su momento más fluido:

“Ante la gravedad de la situación y dado que toda la información de la propuesta de esta medida la conocemos de forma oficiosa y no se nos ha trasmitido de forma oficial la postura de la Ciudad Autónoma, le solicitamos que nos indique la decisión que van a tomar de forma oficial antes de su publicación en el correspondiente BOCCE”, recoge el escrito.

Aunque eso sí, “desde la Cámara y Confederación y los sectores empresariales de la ciudad le reiteramos nuestra disposición a seguir trabajando de forma conjunta en beneficio de la sociedad ceutí, desde la perspectiva y necesidad de compaginar la salud con la actividad económica”, le tienden la mano al presidente.

El argumento por el que Cámara y Confederación piden no cerrar ninguna actividad antes del actual toque de queda vía decreto parece incontestable desde la experiencia:

“No entendemos que se tomen medidas más restrictivas ahora, con una tasa de contagio de 539 personas por cada 100.000 habitantes, que cuando Ceuta lideraba las tasas de contagio nacionales en España en el mes de noviembre con más de mil personas por cada cien mil habitantes. Cuando, además, desde la Consejería de Sanidad de esta Ciudad se ha transmitido en numerosas ocasiones que la principal fuente de contagio se encuentra en el ámbito familiar y no en la hostelería ni otras actividades económicas”.

Además de adelantar el cierre de la hostelería a las 18 horas no se descarta que tras el sector vayan detrás otros considerados no esenciales. Así, los entes empresariales aperciben e informa de la situación:

“Consideramos que es una decisión que afecta directamente a la actividad empresarial y que además compromete la viabilidad de muchas de ellas. El sector empresarial tras un año de pandemia y restricciones diferentes se encuentra muy debilitado y actuaciones como las propuestas pueden suponer el cierre de muchas empresas y los despidos que ello conllevan”.