15 de agosto, cenit de las vacaciones de verano. Media España en la playa o de verbena, millones de viajeros yendo y volviendo de su merecido descanso por medio mundo. Un derecho de todos los trabajadores que es un lujo para muchos, más de los que imagina. Mientras usted lee estas líneas, quizá tumbado al sol en la playa, casi la mitad de los ceutíes pasan el verano sin salir de la ciudad autónoma porque no pueden permitirse una semana de vacaciones.

Según la Encuesta de Condiciones de Vida del Instituto Nacional de Estadística, para el 43 por ciento de los hogares ceutíes las vacaciones son un lujo, de suponer, teniendo en cuenta que un tercio de la población está al borde de la pobreza y casi el 60 por ciento de las familias rezan para no tener un gasto imprevisto, pues no podrían afrontarlo. Cierto que ha descendido hasta el 11 por ciento en el último lustro el número de familias que tienen “muchas” dificultades, pero se ha doblado, hasta rozar el 25 por ciento el número de las que tienen “bastantes” o “algunas” dificultades, extendiendo a las rentas medias el fantasma de la pobreza.

Con un ingreso medio anual de 9.435 euros, los ceutíes están, junto a melillense, extremeños y murcianos, en el furgón de cola del poder adquisitivo, considerablemente lejos de los 14.000 euros anuales de media de vascos y navarros.

Pocas vacaciones, muchos viajes

Pero, caprichos de la situación geográfica de la ciudad autónoma, los ceutíes están entre los más viajeros. Solo en el cuarto trimestre de 2016 –últimos datos disponibles- los ceutíes realizaron 85.581 viajes, más de 300.000 en todo el año, lo que supone más de uno por habitante, con un promedio de estancia fuera de Ceuta de cuatro días.

Cifras que suponen 1.084 viajes por cada mil habitantes, situando a Ceuta entre las regiones más viajeras (la cuarta) y también la que más gasta. Los ceutíes se gastaron en 2016 más de 85 millones de euros en sus desplazamientos, una media de 271 euros por viaje y más de 50 euros al día. Algo comprensible teniendo en cuenta que solo salir de casa, o lo que es lo mismo, cruzar el Estrecho,  cuesta a los ceutíes alrededor de 30 euros.