Los sindicatos Comisiones Obreras y UGT han convocado para este viernes a mediodía una concentración de protesta para reivindicar el desbloqueo de la negociación de la renovación de convenios de diferentes sectores. Y el lugar elegido no es inocente: la sede de la Confederación de Empresarios (CECE), en el edificio Trujillo, en pleno Paseo del Revellín.

El sindicato, que viene denunciando el bloqueo de la patronal, considera que “es el momento” de salir ala calle y plantarse ante la CECE, que dirige Arantxa Campos, para que se replanteen su constante negativa a renovar los convenios colectivos, lo que está provocando una grave pérdida de poder adquisitivo a muchos trabajadores ceutíes.

Una protesta que se extenderá por todo el país, advierten. "Con el anuncio de estas concentraciones de trabajadores avisamos que ambos sindicatos vamos a dar un paso adelante en el proceso de movilización ante la negativa de las organizaciones empresariales para avanzar en un acuerdo que permita la renovación de los convenios colectivos en términos salariales aceptables para los trabajadores y las trabajadoras".

CCOO y UGT ya avisó de que el aumento de los precios y de la inflación tenía que ver con que las empresas querían salvaguardar sus márgenes empresariales. "Hoy los datos nos están dando la razón, como confirma un informe del Banco de España que asegura que durante los seis primeros meses del año los márgenes de las empresas apenas se han visto afectados por la situación generada por la guerra y por la situación de incrementos de precios y muchas de ellas los han mejorado".

"Son estas empresas las que mantienen posiciones muy duras en las mesas de negociación, en un intento de condenar una vez más a que sea la clase trabajadora la que pague los efectos de la guerra con una visión absolutamente cortoplacista de los problemas de nuestro país y sin ninguna voluntad de negociar. Desde UGT y CCOO tenemos meridianamente claro que estamos planteando subidas salariales razonables para los próximos tres años, propuestas perfectamente asumibles. Tanto es así, que allí donde hay poder sindical organizado las subidas salariales son superiores incluso a las que planteamos en las mesas de negociación. El problema es en los sectores donde los trabajadores y las trabajadoras tienen menos capacidad de movilización y reivindicación.

En este sentido, desde CCOO y UGT denuncian que además de devaluarse los salarios, el bloqueo de la negociación de los convenios colectivos supondrá un incremento muy importante de las desigualdades salariales. Porque aquellos convenios con una presencia sindical importante incorporarán mayores subida salariales o incluso cláusulas de revisión, pero los convenios más debilitados tienen serias dificultades incluso para ser renovados.

Además, creen que una gran devaluación salarial complicaría la recuperación económica en nuestro país para los próximos años. Ya ha habido una corrección importante en los niveles de crecimiento que hacen las instituciones internacionales, no solo España sino para el conjunto de países de la Unión Europea, con un crecimiento de aproximadamente el 1%. "Uno de los elementos de crecimiento económico clave es la demanda interna y el consumo interno de las familias, de los hogares, y sobre todo de las rentas menos favorecidas".

En este contexto, UGT y CCOO plantean un escenario de movilización para conseguir subidas salariales y que las empresas repartan los beneficios en los convenios colectivos; para subir el Salario Mínimo Interprofesional; para controlar los precios en determinados mercados, los del consumo energético y los carburantes; para que en los Presupuestos Generales del Estado se refuercen los servicios públicos y se aseguren los convenios colectivos de las empresas que licitan con las Administraciones Públicas.

Nos hemos hartado de hacer nuestras propuestas, de emplazar a las organizaciones empresariales a la responsabilidad. Ahora toca dar un salto adelante con las movilizaciones, porque hay que desatascar la negociación colectiva y conseguir subidas salariales, y garantizar una recuperación del poder de compra de los salarios ante una inflación que ha generado circunstancias ajenas a nuestro país.