Tras dos años teniendo que reducir la tradicional manifestación del Primero de Mayo a actos simbólicos, Comisiones Obreras y UGT volverán a tomar la calle, o al menos eso esperan, el próximo 1 de mayo. Lo harán, al menos en Ceuta, con notables cambios sobre lo tradicional. No habrá manifestación, pero sí una concentración festiva con actuaciones musicales de grupos locales en la Plaza de los Reyes desde las 11.30 horas. Allí además harán pancartas sectoriales para reclamar cosas concretas más allá de lo general.

Lo general es precisamente la reivindicación de que hace falta apuntalar el empleo, crecer en la masa laboral y hacerlo además paliando con subidas salarias el efecto devastador de la inflación de dos dígitos que la guerra en Ucrania está provocando por el alza de la energía y algunas materias primas claves.

El secretario general de Comisiones Obreras de Ceuta, Emilio Postigo, ha puesto en valor algunos logros que ha atribuido a la presión ejercida por los representantes sindicales, menos paro y mejores condiciones laborales propiciadas por la reforma laboral que ha eliminado las limitaciones impuestas en el anterior texto regulatorio impulsado por el Gobierno de Rajoy a la negociación colectiva. También subidas del Salario Mínimo Interprofesional y en el lado de los méritos del Gobierno, los ERTEs que “han salvado miles de empleos y muchas empresas”.

Pero a pesar de todos esos avances aún hay mucho por mejorar, por eso siguen considerando muy necesaria la reivindicación este Primero de Mayo. Mejorar en más empleo, y de mayor calidad, ajustando las subidas salariales a la inflación para que de nuevo no sean los trabajadores los que paguen esta crisis.

“los salarios se han quedado totalmente por debajo de las expectativas de inflación. Hay que subirlos porque la inflación está en el entorno del 10 por ciento y los salarios sólo han subido entre 2 y 3 puntos. Y esto sólo se consigue a través de la negociación colectiva”, ha explicado el secretario general de UGT, Juan Carlos Pérez.

Y a esa generalidad se suman después las peculiaridades de Ceuta. Ahí la frontera cerrada aparece como una losa sobre el tejido comercial local, otrora locomotora capaz de pagar todas las fiestas imaginables, hoy con persianas bajándose por cierre en toda la ciudad, tal y como ha llegado casi a bramar el propio Pérez.

Y a ese comercio hay que ayudarle, pero los sindicatos no han dejado de reivindicar que sus trabajadores llevan sin convenio colectivo ya demasiado tiempo y con sueldos congelados en algunos casos desde 2014. En Ceuta, también se deduce de su relato crecen los nuevos pobres, los que trabajan pero no llegan a fin de mes.

Postigo ha reclamado abrir ya la negociación colectiva de comercio y hostelería, entre otros sectores.

Pero el verdadero caballo de batalla lo quieren seguir dando con el plus de residencia. Aunque como siempre parece más probable conseguir mejoras en ese ámbito en el sector público que en el privado. A pesar de que ambos sindicatos trasladaron a sus direcciones nacionales la necesidad de incluir la obligatoriedad en el sector privado de cara a la Reforma Laboral, no se ha conseguido. Y quieren seguir insistiendo. Consideran injusto que grandes empresas se instalen en la ciudad, se beneficien de las bonificaciones contempladas en el Régimen Fiscal Especial de la Ciudad, pero después no lo repercutan en los trabajadores aplicando el convenio nacional y sin contemplar el mayor coste de vivir en Ceuta.

En lo público ambas centrales mantienen abierta la reivindicación para mejorar aún más ese plus, que en algunos casos llega al 100 por 100 del salario base. El Gobierno parece ya dispuesto a aceptar lo planteado por Baleares, donde el disparate de precios en los alquileres por lo que se mueve en verano parece estar forzando a la Administración a pagar más. Algo parecido sucede aquí.

Tanto así, que en el relato que ha hilado Pérez queda claro que si faltan médicos, profesores o personal en la Administración es en muchos casos porque no quieren quedarse en Ceuta, no les sale a cuenta y en cuanto tras aprobar la plaza cumplen el tiempo mínimo y necesario piden traslado y abandonan la ciudad. Esas vacantes no se cubren de forma automática y el tiempo que se tarda los servicios se quedan cojos, “al final lo pagamos los ceutíes”.

Pérez ha hecho un llamamiento especialmente sentido a la juventud de Ceuta a que sucede la concentración de la plaza de los Reyes el próximo domingo. Son el futuro y considera que tanto el Estado como la Ciudad los tienen abandonados. Ha clamado la necesidad de darles formación acorde a lo que requiere el mercado para que puedan trabajar.  “Los gobiernos la tienen abandonada a la juventud de Ceuta. Necesitan planes de formación que conduzcan al empleo. Los planes de empleo no sirven. Después del plan de empleo no hay nada”, ha atizado Pérez.

El secretario general de UGT ha llamado no ha dejado pasar la presentación de ese primero de mayo para lanzar un mensaje contundente a esos que como siempre argumentarán que las movilizaciones “no sirven para nada. Sólo hay que mirar para atrás para comprobar que todas las movilizaciones han servido para conseguir cosas. Vamos mejorando. Los trabajadores hoy tenemos más derechos, más oportunidades, no todo lo que quisiéramos”, pero lo que hay se ha conseguido con movilizaciones que han forzado cambios y mejoras.