CORONAVIRUS

Cerveza, patatas fritas, frutos secos, harina y el Satisfyer masculino. Así compramos en estado de alarma

Cerveza, patatas fritas, frutos secos, harina y el Satisfyer masculino. Así compramos en estado de alarma
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Un cliente espera su turno en un supermercado del centro.

Día 21 de cuarentena. Son ya tres semanas de aislamiento social huyendo del contagio de COVID-19 y muy probablemente nos queda otro tanto. La realidad se impone. Algo que no era necesario que lo explicara el Gobierno, los ciudadanos, como el coronavirus, ya habíamos mutado. Las prioridades han cambiado. Los chistes sobre papel higiénico se han quedado viejos. Las estrellas del supermercado son otras ahora. 

Si hace 21 días corríamos como locos a por papel higiénico, conservas, pasta, arroz y productos de limpieza y desinfección, hoy solo los últimos se mantienen en lo más alto del ranking y han entrado con fuerza productos más hedonistas, con la cerveza, las patatas fritas y los frutos secos a la cabeza. Si antes pensábamos en sobrevivir y desinfectar, ahora pensamos en disfrutar lo que podamos (y seguir desinfectando).

Da fe de ello el repartidor de la principal distribuidora de este tipo de productos en Ceuta. De su furgoneta rotulada con el logo de Doritos descarga el último pedido. En su empresa han reducido la jornada a la mitad y solo reparten por la mañana para limitar lo máximo posible los desplazamientos, pero reparten un 50 por ciento más que antes de que se activara el estado de alarma. Lo corroboran los dos responsables de los supermercados Eroski y Carrefour de la calle Real: no dan a basto con los snacks, la cerveza, los refrescos, pipas, palomitas… 

“Está la gente en casa aburrida haciendo pasteles, bizcochos y pan como locos”, se ríe el responsable de Carrefour Express.

Una vena hedonista, que pasará su factura en la báscula, a juzgar por el otro producto estrella que se mantiene en lo más alto de la lista: la harina. Los productos para la elaboración de repostería cotizan al alza y los supermercados confiesan que tienen problemas ocasionales para abastecer el despertar de muchos aprendices de pastelero en esta cuarentena. “Está la gente en casa aburrida haciendo pasteles, bizcochos y pan como locos”, se ríe el responsable de Carrefour Express. No hacía falta que lo dijera. No caben en Instagram más fotos de pan recién hecho y lustrosos pasteles. Estamos haciendo bizcochos por encima de nuestras posibilidades.

Por lo demás, “todo va bien “, coinciden los dos establecimientos. No hay problemas de abastecimiento, aunque no llega siempre exactamente lo que se pide, coinciden también. “No hay problemas de abastecimiento, ninguno, quizá falta alguna referencia, productos concretos, pero si no siempre hay un producto similar de otra marca”, explican en Eroski. También se ha relajado la presión de los primeros días: “Se mantiene la clientela pero más pausada y más espaciada. El volumen es el mismo, pero esta semana ya se está viniendo más por la tarde, hay menos clientes, se puede hacer las compras más tranquilo y se mantienen mejor las normas de seguridad”.

En cuanto a la disciplina social también coinciden: la inmensa mayoría se comporta de forma cívica, aunque “hay de todo”. “Nosotros— apuntan desde Carrefour Express— no tenemos ni el cartel de espere su turno, pero la gente ya lo hace por su cuenta o antes de entrar te preguntan, la gente está ya concienciada”. “A veces ves a personas hablando con otros vecinos, pero son los mínimos, normalmente hacen la compra y se van excepto alguno que otro que veías que compraba tres veces pero eso ya no se ve tanto”.

¿Y el Satisfyer?, se estarían preguntando, temiendo quizá que fuese un cebo. No, el Satisfyer también se cuela —figuradamente— en esta lista. Su volumen de ventas es, obviamente, más modesto que el de la cerveza, pero merece una mención aparte. 

De entre los comercios que permanecen abiertos destaca uno por su singularidad. Ratán, la tienda de electrónica y telefonía móvil de la calle Camoens sigue abierta al público. La telefonía es uno de los servicios esenciales en estado de alarma, Pero junto a los celulares, el producto estrella de Ratán en este 2020 ha sido el Satisfyer, el popular juguete erótico que ha causado furor en todo el mundo. Y lo sigue haciendo también en estado de alarma. Pero también aquí hemos cambiado en esta cuarentena. Si antes triunfaba el coqueto Satisfyer rosa, ahora el que despunta en ventas es su versión masculina. 

“Se sigue vendiendo el Satisfyer y se están vendiendo más el de hombre, mucho, esta semana he vendido tres de mujer y de hombres cinco o seis"

“Se sigue vendiendo el Satisfyer y se están vendiendo más el de hombre, mucho, esta semana he vendido tres de mujer y de hombres cinco o seis, ya ves todos los que faltan”, dice la empleada señalando la estantería y apuntando que en esa cuenta faltan las ventas on Line de que se entregan a domicilio y de las que ella no lleva el control. “Y no solo Satisfyter, para mujeres también se venden muchos otros productos y juegos, o el Rabbit (otro modelo de vibrador), los geles y las cremas de aumento también…”. Y es que este conocido comercio de electrónica ha mutado en juguetería erótica, añadiendo este tipo de productos a su oferta tradicional, y no por el coronavirus, sino por adaptarse a la demanda.

Quién sabe si en la recta final de la cuarentena —sea cuando sea— seguirán cambiando las tendencias de consumo y cómo lo harán. Nos quedan pocas certezas.  De momento, parece que la tendencia actual apunta a que, al menos ahora, no queremos estrecheces ni dieta mediterránea. Queremos ahogar la cuarentena en alcohol y azúcar, picando entre horas y haciendo pasteles. 

Cerveza, patatas fritas, frutos secos, harina y el Satisfyer masculino. Así compramos en estado de alarma


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