Comprar una vivienda en las Islas Baleares es cada día un lujo más inalcanzable. En Ceuta y Melilla también. Pero por motivos muy distintos. La presión turística es la razón de los cada vez más elevados precios en el caso de Baleares, la escasez de suelo y de una política de vivienda, en el caso de Ceuta (y Melilla), según los datos de la evolución anual del Índice de Precios de Vivienda (IPV) en el segundo trimestre de 2020, que publica el Instituto Nacional de Estadística (INE).

La ciudad autónoma es, además, la región con la vivienda más cara, solo por detrás de Cataluña. Y los precios no han dejado de subir en la última década, ajenos a crisis y burbujas inmobiliarias. Aunque en el último trimestre el precio del mercado inmobiliario, subiendo solo unas décimas, en el último año ha registrado la tercera mejor marca, solo por detrás de Baleares y Melilla; y lo mismo sucede con los precios en lo que va de 2020, donde vuelve aparcar el segundo registro solo por detrás de Melilla.

La variación anual del Índice de Precios de Vivienda (IPV) en el segundo trimestre de 2020 disminuye más de un punto y se sitúa en el 2,1%. Ceuta registra, según el INE, el triple de la media nacional.

Por tipo de vivienda, la tasa de la vivienda nueva alcanza el 4,2%, casi dos puntos por debajo de la registrada el trimestre anterior. Por su parte, la variación anual de la vivienda de segunda mano desciende casi un punto, hasta el 1,8%. Estas tasas anuales, tanto para el índice general como por tipo de vivienda, son las más bajas desde el primer trimestre de 2015.