FRONTERA

Ceuta recobra su condición de ciudad frontera pero espera el impacto económico de reabrir el Tarajal

Ceuta recobra su condición de ciudad frontera pero espera el impacto económico de reabrir el Tarajal
Dos turistas marroqulies en Zara
Dos turistas marroqulies en Zara

La llegada de turistas marroquíes se reactiva poco a poco, especialmente los fines de semana, pero el veto a las mercancías en régimen de viajeros limita su efecto en la economía ceutí

 

Ceuta recupera su condición de ciudad fronteriza pero espera el impacto económico de la reapertura del Tarajal


Hace ya diez días que Ceuta recuperó su condición de ciudad fronteriza. El tránsito de personas por el paso del Tarajal transcurre sin incidentes y sin el caos permanente que acompañaba a la frontera día sí y día también gracias a la exigencia de visado Schengen para acceder a la ciudad autónoma. A la espera de que este próximo 31 de mayo vuelvan a la ciudad los trabajadores fronterizos, Ceuta hace balance de una reapertura que ha cumplido a medias lo prometido: se han reactivado en parte las relaciones sociales entre ambos lados de la la frontera pero, de momento, el Tarajal es impermeable a las mercancías y el comercio ceutí sigue esperando el ansiado impacto económico.

En la primera semana de la reapertura, casi 43.200 personas cruzaron el paso del Tarajal que separa Ceuta de Marruecos. De esos más de cuarenta mil viajeros, 27.122 fueron en dirección al país vecino y algo más de la mitad, 16.075, eran marroquíes con visado o ciudadanos europeos que entraron en la ciudad autónoma, los únicos de momento habilitados para hacerlo. Una cifra que supone apenas la cuarta parte del trasiego diario que registraba el Tarajal hasta 2019, cuando en el paso fronterizo ceutí se contabilizaban entre 25.000 y 30.000 cruces diarios, muchos de ellos a cargo de los porteadores que iban y venían durante toda la jornada. El porteo no volverá al Tarajal, pero ¿y la mercancía?

Fuentes de Delegación de Gobierno en Ceuta recuerdan que la reapertura es gradual y se irá “paso a paso”. El siguiente paso se dará este próximo 31 de mayo a las 00.00 horas con la vuelta de los trabajadores transfronterizos.

El acuerdo de España y Marruecos para recuperar la normalidad en sus fronteras terrestres no alcanza todavía al tránsito de mercancías, a la espera de que ambos países concreten los muchos flecos pendientes, entre ellos la prometida aduana comercial de la que no hay todavía noticia alguna. Fuentes de Delegación de Gobierno en Ceuta recuerdan que la reapertura es gradual y se irá “paso a paso”. El siguiente paso se dará este próximo 31 de mayo a las 00.00 horas con la vuelta de los trabajadores transfronterizos.

En la Cámara de Comercio, su presidente Karim Bulaix, reconoce que el efecto ha sido muy pequeño. “Mínimo”,  precisa. Pero no pierde la paciencia, consciente de que el proceso de normalización gradual de la frontera será lento. “La gente está expectante pero ya empieza notarse que el cliente marroquí vuelve a Ceuta y la gente está ilusionada con que volvamos a encontrarnos con la situación anterior al cierre de la frontera”, reflexiona. “En el comercio lo han notado sobre todo el fin de semana, el pasado sábado sí se registró un repunte de clientes marroquíes y poco a poco se nota que vienen más. En los hoteles está habiendo reservas, también sobre todo en fin de semana y algunas entre semana, al igual que en la hostelería”.

Reapertura de la frontera del Tarajal -4
Reapertura de la frontera del Tarajal.

Desde la Confederación de Empresarios de Ceuta (CECE), su presidenta, Arantxa Campos, califica de “tímida” la reapertura de la frontera. “En realidad, desde el punto de vista social y familiar se han vistos grandes signos de alegría, había gente que no había pasado en mucho tiempo y tiene familia y amigos en el otro lado y viceversa y ha sido un gran reencuentro”, valora. “Pero desde el punto de vista estrictamente económico ha sido una apertura muy tímida porque en realidad el número de personas que ha pasado no ha sido muy numeroso y como no se ha normalizado la relación entre los dos lados de la frontera no se puede decir que haya sido una apertura muy positiva, confiamos que cuando se regularice la situación y sea lo que tiene que ser el tráfico normal de una frontera, sea más positivo, pero de momento ha sido un inicio muy tímido”.

“En el comercio lo han notado sobre todo el fin de semana, el pasado sábado sí se registró un repunte de clientes marroquíes y poco a poco se nota que vienen más. En los hoteles está habiendo reservas, también sobre todo en fin de semana y algunas entre semana, al igual que en la hostelería”.

De momento, lo cierto es que son muy pocas, casi ninguna, las mercancías que han logrado cruzar la frontera. Ni tan siquiera las pequeñas compras personales amparadas por el régimen de viajeros. Marruecos está aplicando la tolerancia cero y los escasos turistas que llegan a pasar un día de compras a este lado de la frontera reducen sus compras al mínimo, confiando en camuflarlas entre sus pertenencias. Pero los registros son exhaustivos. “Al suegro de un amigo le quitaron en Marruecos tres botellas de agua mineral de litro y medio que llevaba en el maletero, es ridículo. Si te lo requisan todo es absurdo venir a comprar”, se queja Nordin, un ex empresario del polígono fronterizo del Tarajal que trasladó su negocio a Algeciras. “Esto no tiene futuro si seguimos así, han abierto la frontera y todo sigue igual”, se impacienta.

Un pesimismo que comparten en los casi desérticos polígonos del Tarajal. Bilal Dadi, presidente de la Fase II admite que “intentamos abrir pero no tenemos para quien”. “Pero no solo nosotros, mira la calle Real y el Paseo del Revellín, están la mitad de los locales vacíos y no vienen turistas tampoco de la Península. La asfixia sigue y los políticos no tienen un proyecto de futuro”, se desespera.

Una incertidumbre que inquieta también en el Paseo del Revellín, donde buena parte de los negocios han echado el cierre y el resto aguanta a duras penas. Nacho Tendero, un conocido empresario con seis tiendas en Ceuta que son un referente para el turista marroquí y un buen termómetro comercial de la ciudad, ansiaba la reapertura del Tarajal, pero ya no sabe qué pensar. “Casi ni lo hemos notado. En los hoteles y los restaurantes sí lo han notado un poco más, pero si no pueden llevarse nada, pues no compran. Si me dejaras poner el titular pondría que seguimos igual que antes. No sé si a partir de primeros de mes que dicen que van a abrir a todo el mundo o si están esperando a que se abra la aduana comercial… Esta inseguridad no es buena para ningún negocio”, explica, “yo tengo que hacer las previsiones para el año que viene y no sé a qué atenerme”, lamenta.

“Casi ni lo hemos notado. En los hoteles y los restaurantes sí lo han notado un poco más, pero si no pueden llevarse nada, pues no compran. Si me dejaras poner el titular pondría que seguimos igual que antes.

Un impacto mínimo que también sufren grandes franquicias como Zara que en esta semana apenas ha registrado ventas a marroquíes. “Muy pocos y las  compras no son las de antes”, explica discretamente una dependienta. Y ese “antes” tiene su explicación. Zara y las grandes franquicias de moda son uno de los grandes atractivos turísticos de Ceuta para el turista de fin de semana de Marruecos. Un turista marroquí, especialmente en verano, podía dejarse cientos de euros de una tacada, aprovechando que los precios de estas cadenas en España son más asequibles que en su país, pero ahora, al menos de momento, limitan sus compras al mínimo por temor a los registros en la aduana. “No se fían. Ahora como mucho compran un traje o una o dos prendas y le quitan la etiqueta para que no se lo requisen”.

Y si el impacto ha sido mínimo en el comercio y las grandes franquicias, en los hipermercados, uno de los grandes polos de atracción para los marroquíes de las localidades limítrofes a la frontera, el efecto de la reapertura de la frontera es nulo. Marcas como Mercadona o Lidl abrieron establecimientos en Ceuta a sabiendas de que los marroquíes acudían en masa cada semana, muchos de ellos para practicar una suerte de ‘menudeo’ que les llevaba a comprar por paléts para luego revender la mercancía a granel en los zocos de Castillejos y Tetuán. Una práctica imposible ahora con el veto a las mercancías en la frontera y que muchos dudan que pueda volver. 

Reapertura de la frontera del Tarajal -3-2
Uno de los primeros marroquíes que accedió a Ceuta tras la reapertura de la frontera del Tarajal.

Un veto que afecta también a los ceutíes, que tradicionalmente acudían el fin de semana al zoco de Castillejos a comprar fruta y verdura a precio de ganga. Ya no es viable, al menos de momento, volver de Marruecos con el maletero lleno de naranjas y tomates. Como lo es que siga llegando el pescado y la fruta y la verdura que antes llenaban el mercado de Abastos de Ceuta. Un lujo que parece que tardará en volver, si es que vuelve, para disgusto de los ceutíes, pero sobre todo para disgusto de los comerciantes marroquíes del entorno de la frontera.

Fuentes de la Plaza de los Reyes confían en que, como avanzó el ministro de Exteriores, José Manuel Albares, la frontera esté a pleno rendimiento “antes de final de año”

En Delegación de Gobierno, como les pasa al resto de ceutíes, carecen de información sobre cuándo y cómo se implantará la aduana comercial o cuándo se permitirá el paso de mercancías en régimen de viajeros. Eso está en manos de los equipos de trabajo de España y Marruecos que siguen negociando los pormenores de la normalización de las fronteras terrestres, incluidos el paso de mercancías en régimen de viajeros o qué pasará con el tránsito del resto de colectivos implicados, como los residentes en la provincia de Tetuán que hasta el cierre de la frontera en marzo de 2020 podían acceder a la ciudad autónoma sin necesidad de visado. Desde el Gobierno de la Ciudad vienen insistiendo en que se elimine esa excepción al tratado de Schengen y puedan acceder a Ceuta exclusivamente aquellos viajeros con visado, algo que hasta ahora se está cumpliendo. 

Fuentes de la Plaza de los Reyes confían en que, como avanzó el ministro de Exteriores, José Manuel Albares, la frontera esté a pleno rendimiento “antes de final de año”, el tiempo suficiente para habilitar los medios, las infraestructuras y el personal necesario para una aduana comercial y para terminar de implantar la frontera inteligente. En cualquier caso, conviene armarse de paciencia. Esas negociaciones se pueden prolongar muchos meses. Ya se sabe: 'prisa mata'.

Ceuta recobra su condición de ciudad frontera pero espera el impacto económico de reabrir el Tarajal


Entrando en la página solicitada Saltar publicidad