Además, ambas tasas se calcularán a partir de ahora teniendo en cuenta el consumo de agua, con la intención según el consejero de Hacienda, Francisco Márquez, de promover un uso responsable. El pago contará con bonificaciones para las familias numerosas, y también variará como sucede en la actualidad con la recogida de basuras dependiendo de la zona de la ciudad en la que se encuentre el domicilio. Márquez ha afirmado que el objetivo es mejorar la eficacia y no perjudicar a nadie.

Un punto de vista que no ha compartido la oposición. El portavoz de UDCE-IU, Mohamed Alí, ha asegurado que, en el fondo, todo se limita a una subida de impuestos, lo cual nunca es una buena idea porque afecta a los ciudadanos. Además, Alí ha recordado que es absurdo que se obligue a pagar por el alcantarillado en la factura de agua a algunos ceutíes que no cuentan con acceso a la red en sus casas, así como que muchas familias numerosas no están dadas de alta en las listas de Servicios Tributarios, por lo que no disfrutarían de las exenciones anunciadas.

Por su parte, la portavoz del PSOE, Inmaculada Ramírez, ha acusado al Gobierno de esconder una subida de impuestos en una medida a favor del medio ambiente. Ramírez ha criticado que se relacione el gasto de agua y el pago por alcantarillado, y ha preguntado si también se cobrará más impuesto de circulación por "andar más por la calle y desgastarla".

Además, la nueva normativa incluirá pagos por el almacenamiento de neumáticos usados, así como una subida del IBI durante los próximos diez años, para aproximarlo a la media de otros municipios de características similares a las de Ceuta.