Las causas de esta disminución del coste de los automóviles y de ese 'cambio estructural' son varias, según la organización patronal. En primer lugar, el incremento de los carburantes, derivado del alza del petróleo en los últimos meses (si bien este ascenso se ha moderado últimamente y se ha estabilizado en torno a los 60 dólares por el barril de Brent).
En segundo lugar está 'la pérdida de poder adquisitivo de las familias', por la tendencia al alza de los tipos de interés. En tercero, la aplicación del carné por puntos, que impone fuertes penalizaciones por infringir los límites de velocidad.
Los desembolsos que están dispuestos a afrontar los clientes, en cualquier caso, varían dependiendo de la comunidad autónoma en la que se haga la compra. Canarias es donde menos se invierte de media en la compra de un automóvil (17.110 euros), seguida de Baleares, donde el precio efectivo medio es 20 euros más caro, y de Valencia (19.027 euros). En el lado opuesto están las ciudades autónomas de Ceuta y Melilla, donde cada coche nuevo que se adquiere cuesta de media 22.381 euros. Le sigue La Rioja, con un promedio de 22.307 euros y Navarra, con 22.128 euros.