El concepto brecha salarial (mujeres cobrando menos que los hombres por hacer los mismos trabajos) es habitual, lugar común, en las reivindicaciones feministas, pero no tan visible suele ser otra brecha, la de desempleo, que condena a media sociedad a mayores tasas de paro. En Ceuta los datos son especialmente sangrantes. Por eso, la consejera de Economía y Hacienda de la Ciudad Autónoma de Ceuta, Kissy Chandiramani, a la que también compete empleo, ha anunciado este miércoles que “pronto pondremos en marcha un programa para la formación exclusivamente de mujeres para que su currículum aumente y sobre todo para dotarlas de todas las capacidades profesionales que sean necesarias”. Es la iniciativa para dar respuesta a ese problema.

Chandiramani ha anunciado esa próxima puesta en marcha del programa durante su participación en una mesa redonda organizada por el programa Ceuta Open Future para hablar del papel de la mujer en la economía.

La consejera ha defendido “las políticas activas positivas” hacia la mujer como una “prioridad” de su gestión para tratar de limar esas diferencias con los hombres en el mercado laboral. “Esas políticas son las que nos van a llevar a una igualdad real en el ámbito de encontrar trabajo al igual que encuentran los hombres”.

Otra cosa es la brecha salaria, que, según Chandiramani ya se ha conseguido en la Administración Pública, pero falta por lograrla del mismo modo en el ámbito privado. Ahí es dónde se eleva como un obstáculo otro de esos lugares comunes que copan titulares y espacio en la actualidad de forma habitual y con especial hincapié cada 8 de marzo, el denominado techo de cristal, la menor aparición en cargos de alto nivel o directivos de mujeres. 

Chandiramani ha aprovechado la mesa redonda a la que había sido invitada a participar para poner de relieve “el trabajo que las mujeres realizan en el ámbito de las nuevas tecnologías y todo el camino que queda por recorrer para que seamos más las mujeres que entremos a trabajar en este sector”.

Un sector, por otra parte, al que el Gobierno de la Ciudad ha apostado buena parte de las esperanzas en encontrar un modelo económico alternativo para Ceuta. “Es un nuevo ámbito en el que la economía tiene que desarrollarse: vender servicios a través de la red tiene que ser el futuro para Ceuta y el embrión del Open Future es el camino que tiene que recorrer la ciudad”. Un camino que empezó en 2020 en plena pandemia pero que ya va viendo frutos crecer en forma de 'start up'.