La consejera de Economía y Hacienda, Kissy Chandiramani, ha cifrado en 4,7 millones de euros la deuda pendiente de la empresa municipal de Acemsa, de los que un millón son facturas aún en plazo legal de cobro. Una cantidad que no coincide con los cálculos de la coalición Caballas que eleva la cantidad a más de seis millones de euros, incluido el contrato de la estación Depuradora de Aguas Residuales (EDAR).

Chandiramani desglosó la deuda en tres capítulos, entre los que se cuentan facturas sin cobrar, una reclamación de deuda por unas horas extras en un contrato ya finalizado y una cantidad pendiente de los servicios inevitables prestados entre dos contratos. Pese a no creerse del todo las explicaciones de la consejera –“en ese listado faltan facturas”- Aróstegui dio por bueno el dato de la Ciudad que, así y todo, “supone más de la mitad del presupuesto de la empresa municipal y sin consignación”.

Una consignación presupuestaria que, recordó la consejera, no es obligatoria en las empresas municipales que s erigen por la Ley de Sociedades,. “Está mezclando contabilidad pública y privada”, corrigió Chandiramani. Explicaciones que, pese a todo, no vencieron a Aróstegui: “Qué pasa en Acemsa que empieza a tomar la forma de cosa rara en la que nadie sabe cómo funciona, ni nadie controla lo que se hace, ni cuándo ni por qué se contraen gastos en una burbuja de opacidad que terminará como terminó Emvicesa”.