La Ciudad Autónoma ha puesto en el cesto energético parte de sus huevos para intentar aprovechar los miles de millones que recibirá España del fondo de recuperación de la UE, que tiene en el ámbito verde uno de sus pilares. La Administración local baraja pedir apoyo para instalar de una vez el cable eléctrico submarino a la península que haga que Ceuta deje de ser una isla en ese campo, pero también en iniciativas mucho más innovadoras.

Una de ellas pasa por la construcción de una "planta de producción de hidrógeno" que abriría la posibilidad de desarrollos como el suministro a buques, así como "la reconversión de la central térmica de diésel a hidrógeno, y su utilización como combustible en el transporte colectivo urbano y el transporte privado".

Sin llegar tan lejos, el borrador de posibles iniciativas elaborado por Procesa contempla apostar por "proyectos de generación de energía eólica, fotovoltaica y mareomotriz" y por el desarrollo de investigaciones "destinadas a la generación de alta potencia renovable en la ciudad, lo que posibilitaría generar un nuevo mix energético con un componente renovable".

En esa línea sugiere elaborar un plan de movilidad sostenible "que refuerce el transporte público y modernice el parque con vehículos limpios" y "renovar la flota de transporte municipal hacia la movilidad eléctrica" (un sector en el que la Administración local empezó a dar tímidos pasos en 2017), para lo que sería necesario "adaptar las instalaciones del parque móvil y prever una inversión importante destinada a renovar los vehículos cuya media de edad es 20-25 años".

Desplegar una "red de recarga pública" para coches eléctricos e "impulsar el acondicionamiento de aparcamientos privados" con ese mismo fin son dos de los vectores que contempla el documento, que considera que "Ceuta se encuentra ante una oportunidad trascendental para definir e implementar una nueva estrategia de desarrollo basada en los pilares del programa 'Next Generation UE' y el nuevo Marco Financiero Plurianual 2021-2027.