El capítulo de gastos de las cuentas de la Ciudad para el ejercicio 2018 es el cajón de sastre en el que caben las obligaciones y las promesas, dispuestos en filas, divididos en capítulos y consejerías, expuestos a las comparaciones. Un paisaje en el que algunos gastos sobresalen, haciendo palidecer al resto, dibujando el mapa de prioridades de un Gobierno.

Ese es el caso, paradigmático, del proyecto para una nueva portada del Real de la Feria, una estructura de cartón piedra y bombillas en la que el Gobierno de la Ciudad prevé gastarse alrededor de 380.000 euros. Lucirá solo una semana, pero costará el doble que iluminar todos los monumentos del Patrimonio Históricos (150.000 euros) y diez veces menos que en la Portada del Real de la Feria; o cinco veces más que la nueva iluminación proyectada para las Murallas Merinidas (75.000)  -o, mejor dicho, Meriníes, como recomienda el arabista Pedro Martínez Montávez- y casi el doble que la partida prevista para 2018 para renovar el alumbrado público (200.000).

La portada del recinto ferial costará más que todo el fondo de equipamiento cultural y casi cuatro veces más que la parte contratante de la Ciudad en las obras de la nueva escuela infantil prevista en la parcela del antiguo Cine África y otro tanto de lo que se destinará a los dos nuevos museos proyectados por la Consejería de Cultura, el Museo San Pablo (50.000 euros) y el Museo de la Patrona (75.000). En el capítulo de cultura solo supera a la nueva portada del Real la cantidad prevista para el equipamiento de la Estación de Ferrocarril.

Una procesión recibirá la misma ayuda que cinco asociaciones culturales juntas

Y no es la única comparación odiosa que encontramos en los presupuestos de la Ciudad para 2018. El capítulo cuarto de los presupuestos de la Ciudad, en el que se desgranan las subvenciones y ayudas previstas para 2018, esconde un apartado con una sucinta denominación: Magna Mariana, 60.000 euros. Dos palabras que hacen referencia a las procesiones con que se celebrará el 600 aniversario de la creación de la Diócesis de Ceuta. El 16 de junio de 2018 tendrá lugar dicha procesión, para la que ya hay confirmadas 8 Hermandades. El acto consistirá en trasladar las imágenes Marianas de Ceuta a la Catedral, donde ese día saldrán a rendir pleitesía a la Patrona de Ceuta y los Caballas. Las imágenes irán en solemne traslado durante la semana anterior, y el sábado 16 de junio saldrán en solemne procesión conjunta por las calles de Ceuta.

Una más que notable subvención de carácter cultural que suma la misma cantidad que cinco asociaciones culturales de la ciudad autónoma. Así, el festival de jazz que este año alcanza su vigesimotercera edición recibe 26.000 euros, la asociación Música Cruda que programa conciertos y talleres durante todo el año recibirá este 2018 un total de 25.000 euros. Si añadimos los 4.000 euros de la programación de Beber de Cine, y los 3.000 de la activa Asociación Fotográfica Miradas, aún no se han alcanzado los 60.000 de la procesión ‘magna’ de la Virgen de África, o los 6.000 que supone la muestra de teatro infantil y juvenil. En el ámbito cultural, solo la partida destinada a Amigos De la Música (65.000 euros anuales) supera la prevista para estas procesiones católicas.

Más del doble de lo que recibe la comunidad hindú

Comparación cuestionable también si se contrasta con las cantidades dedicadas a otros credos religiosos. Así, la comunidad israelita cuenta con un presupuesto anual idéntico al que se dispondrá para los fastos de la Diócesis, 60.000 euros, y la comunidad hindú dispone de menos de la mitad de esa cantidad, 25.000 euros.