La Encuesta de Población Activa (EPA) que ha hecho pública este viernes el Instituto Nacional de Estadística (INE) correspondiente al tercer trimestre del año ha registrado uno de sus espectaculares vaivenes habituales con respecto a la ciudad autónoma. Según sus cifras, que el propio INE considera poco representativas para Ceuta al sostenerse en menos de 5.000 entrevistas, el censo local de parados llega ya a 10.700, un 33% más que un año atrás y un 12% por encima de los números con los que cerró la del segundo trimestre. En términos absolutos, de ser certera, una media de 13 ceutíes se habrían incorporado a la lista de quienes buscan trabajo y no lo encuentran (estén o no inscritos en las listas del INEM) cada día durante este verano.

Tomada con las debidas precauciones, la EPA se aproxima, sin embargo, cada vez más a los datos del INEM, que cerró septiembre con 11.027 parados inscritos como tales, una cifra objetiva que no admite más cuestionamiento que el de si quienes se apuntan a sus listas lo hacen realmente en busca de empleo, sólo para cobrar prestaciones, para ganar puntos con vistas a los Planes de Empleo o por otras razones.

La Encuesta también cuestiona la explicación oficial que ha venido esgrimiendo durante las últimas semanas la Ciudad Autónoma para justificar el desbocado crecimiento del paro en Ceuta: que han venido muchas personas de fuera a residir aquí forzadas por la crisis y que el mercado laboral local es incapaz de absorberlas.

Según el INE, el volumen de población con 16 años o más, esto es, en condiciones de trabajar, ha crecido en 900 individuos con respecto a hace un año (un 1,47%) y el de activos (quienes tienen trabajo o lo buscan) en un 0,89%, situándose en 32.200 personas.

En cambio, el de ocupados se ha despeñado un 13,1% en tasa interanual y un 9% trimestral. Ello significaría que sólo durante este verano han perdido su empleo 2.100 ceutíes y que durante los últimos doce meses les ha pasado lo mismo a 3.200.

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