El sector de la hostelería llevaba razón en sus reclamaciones sobre la disfuncionalidad de las ordenanzas que han venido atenazando su funcionamiento en las últimas semanas y así se lo ha venido a reconocer el Gobierno de la Ciudad en la reunión que han tenido este viernes los representantes del sector con la Cámara y la Confederación de Empresarios a la cabeza y el consejero de Fomento, Medio Ambiente y Servicios Urbanos, Alejandro Ramírez, y el de Turismo, Comercio y Deportes, Nicola Cecchi. Los hechos así lo atestiguan, ambos consejeros se habrían comprometido con el sector a abrir el melón para redactar de la mano de los empresarios una nueva ordenanza que supere las limitaciones de la actual y, respetando el interés general en lo tocante al descanso de vecinos y ruido y residuos, permita a Ceuta y a sus hosteleros funcionar del mismo modo que hacen sus homólogos en el resto del país, así al menos los han trasladado fuentes de la Cámara de Comercio.

¿Qué supondría eso? Pues desde los hosteleros prefieren no concretar por el momento, pero sólo hace falta echar un vistazo a lo que sí pueden hacer en el resto del país y no pueden en Ceuta: ampliación de horarios en periodos especiales, regularización de terrazas sin que se eternicen los expedientes o instalación de barras en el exterior para atender picos de demanda por festividades.

En la reunión han estado presentes los máximos dirigentes de la Cámara de Comercio y también de la Confederación de Empresarios. Desde la parte empresarial se agradece el gesto y se entiende que la presencia de Cecchi (la de Ramírez se daba por descontada) en la cita refuerza el interés “real” del Gobierno por solucionar la problemática.

“Hemos repasado también como han ido las cosas en Nochebuena. Es verdad que ha mejorado algo el asunto del botellón, pero todavía queda, se organizó una buena en la zona de la Jota y de las Murallas Reales, donde hubo un macrobotellón. Queda, pero apreciamos la intención del Gobierno de evitar la competencia desleal y perseguir este tipo de cosas que al final penalizan al empresario que hace bien las cosas, porque son este tipo de situaciones las que acaban por molestar realmente a los vecinos que lo pagan con el hostelero”, han explicado los empresarios.

“Hay plena disposición del Gobierno para adaptar la normativa, que está obsoleta, para que se ajuste a las normativas que funcionan en otros puntos de España, salvando el interés general, el ruido y el descanso, pero salvaguardando los intereses de los hosteleros”, trasladan como balance de la reunión desde el lado empresarial.

En lo que han quedado Gobierno y hosteleros es en crear una Comisión para trabajar sobre la ordenanza de terrazas y que esa misma comisión vele después por el cumplimiento de los acuerdos. En ese grupo de trabajo además se va a abordar las situaciones concretas que puedan surgir con algunos establecimientos, a los que la Cámara tenderá también la mano para tratar de ayudarles en sus procesos de regulación.

Eso sí, los propios empresarios reconocen que habrá algunos casos que presentan ya una difícil solución. “Pero no son tantos. Son más bien pocos”. No tanto por lo que se refiere a la ordenanza de terrazas sino a la propia regularización de los negocios. “Si hay un decreto de cierre porque no puedes garantizar la seguridad u otras cuestiones incluso más graves, ahí no se puede hacer nada. Sólo cumplir con lo que la Administración pida para poder volver a abrir”, han vaticinado algunas fuentes presentes en la reunión.

Pero parece que al menos, tras más de una década de absoluta inoperancia de la normativa, el Gobierno se aviene a remodelar la norma para hacer que Ceuta deje de ser una excepción, por restrictiva, en lo que al funcionamiento de su hostelería se refiere.