Caballas ha propuesto al Plano de la Asamblea y al Gobierno de la Ciudad este miércoles que habilite en los presupuestos de 2013 una partida de un millón de euros para incentivar la apertura de los comercios durante los fines de semana y acabar con la imagen desértica que ofrece la zona comercial de la ciudad a partir del sábado a mediodía hasta el lunes. La respuesta del Ejecutivo ha sido un no escudado en la ilegalidad que supondría la medida, aún reconociendo estar de acuerdo en que la medida es necesaria y que se buscarán fórmulas en la Mesa por la Economía.

El diputado localista y secretario general de Comisiones Obreras desde hace 25 años, como él mismo ha recordado durante el debate, Juan Luis Aróstegui, ha sido el encargado de defender la iniciativa de Caballas.

Básicamente la propuesta pasaba por crear un fondo de ayudas para que ni las plantillas ni las empresas carguen con el coste de la apuesta y sea la Ciudad Autónoma la que lo haga a través de las ayudas. La discusión sobre la apertura enconada “desde 1986”, tal y como ha señalado Aróstegui, la ha resumido el diputado localista en “aquello del huevo y la gallina. No se sabe si no se abre porque no hay clientes o no hay clientes porque no se abre”, ha explicado.

Por eso, la idea de Caballas es habilitar ayudas que fomenten la contratación de personas jóvenes sin empleo para que ni a las empresas les resulte costosa la prueba ni sean los trabajadores los que carguen con la apuesta echando más horas por el mismo precio. Posturas éstas que resumen el desacuerdo a la hora de discutir los convenios entre patronal y sindicatos. Y es que tal y como ha recordado Aróstegui “es falso que no se pueda abrir. Se puede, pero tiene un coste. Si aquí hubiera una riada de clientes los empresarios abrirían hasta con la suegra despachando”.

La iniciativa, según ha defendido Caballas, es buena porque contribuiría a luchar contra el desempleo dando la oportunidad de adquirir experiencia y tal vez de insertarse en el mercado laboral a jóvenes desempleados. Ceuta “tiene una tasa del 60 por ciento de paro juvenil, lo que representan una vergüenza para todos”, ha recordado Aróstegui, “y estamos obligados a explorar todo lo que contribuya al empleo juvenil”, ha cerrado.

No es la primera propuesta que Caballas lleva en ese sentido al Pleno. Antes ya encontró el rechazo del PP a un Plan de Empleo juvenil, si bien luego se aplicó ese criterio a la hora de gestionar el Plan de Empleo de la Ciudad y también a la creación de bolsas de trabajo específicas para jóvenes desempleados. La misma suerte ha corrido su propuesta de este miércoles.

El portavoz del Ejecutivo y consejero de Economía y Hacienda, Guillermo Martínez, ha sido el encargado de defender el voto en contra del PP. Básicamente el Gobierno está de acuerdo con Caballas, pero considera la incentivación al empleo propuesta fuera de la legalidad que rigen las ayudas del Estado. Sólo se puede subvencionar el 20 por ciento del coste laboral de un trabajador en dos años, según ha explicado Martínez. Esta circunstancia haría inviable que la Ciudad Autónoma inyectara a los comercios que quieran abrir el montante de la nómina de media jornada para los nuevos trabajadores que cubrirían el turno del fin de semana durante 6 meses, tiempo del experimento propuesto por Caballas.

Martínez además ha recordado que no hay de momento consenso entre sindicatos y patronal sobre la medida. Ya ha citado la única petición que tiene sobre la mesa de la patronal en ese sentido: la apertura de 16 domingos, casi todos concentrados en diciembre y enero (Navidad, Reyes y Rebajas) y no en verano fechas de afluencia de turistas, otro de los pilares en los que se ha apoyado Caballas al defender su propuesta. Y por parte de los sindicatos, Martínez, ha recordado que Comisiones Obreras impugnó el calendario laboral de 2012 en el que se permitía la apertura de los domingos por encima del mínimo que establece el Estado, 8.

Aróstegui ha explicado esa impugnación. “Sólo pueden modificar esa norma las Comunidades Autónomas y aunque a ustedes no les gusta oir esto somos una chapucilla autonómica”, ha explicado.

Sobre la excusa de ilegalidad, Aróstegui ha acusado a Martínez de ser “experto en el manejo de las excusas” y de “mezclar conceptos técnicos con políticos” para su propio beneficio. El de Caballas ha negado esa ilegalidad y ha explicado que no proponen ayudas a la contratación si no incentivos a la apertura en fines de semana que equivalgan al coste que tendría en personal el empresario. Algo así como disfrazar la subvención, como se hace otras veces, según ha dado a entender Aróstegui, para conseguir el fin perseguido de asumir el coste de la apuesta y que no repercuta ni en la patronal ni en los sindicatos.

Martínez, a pesar del voto en contra, se ha mostrado convencido de que encontrarán el consenso con los sindicatos y la patronal en la Mesa por la Economía en la que, dio la razón a Aróstegui, se está desarrollando un diálogo sincero y constructivo entre todas las partes representadas (también sindicatos y patronal). Y no ha negado la posibilidad de intervención de la Ciudad Autónoma incluso con aporte de dinero para propiciar la apertura en fines de semana.

Aróstegui ha insistido hasta el límite, le ha recordado a Martínez que el Gobierno lleva más de 2.000 incumplimientos de acuerdos plenarios, le ha instado a aprobar la propuesta sin que haya queja si surgiera algún problema técnico insalvable, “le adelanto que no lo habrá” y le ha recordado que en otras ocasiones al Gobierno le ha importado poco esos problemas: “trajeron aquí la disolución del ICD con una carpeta vacía y una modificación del Plan Urbanístico en un folio, porqué condicionan su voto a eso. No hay razón”, la ha insistido Aróstegui, que ha terminado avanzando ante la postura digna de Martínez de respeto escrupuloso a la legalidad que “otro día vamos a hablar de quién incumple las leyes”, en clara alusión al Gobierno de Vivas.