El Gobierno no prevé abrir el debate de la regulación de las terrazas por el caso del Tokio


El Gobierno no prevé abrir el debate de la regulación de las terrazas por el caso del Tokio

- Ramos retirará la terraza, pedirá el cambio de pub a terraza para poder volver a ponerla y pagará 3.000 euros de multa   

- La polémica podría contribuir a que el sector de la Hostelería que solicita una revisión a fondo de la normativa desde la pasada legislatura tenga que seguir esperando

El sector de la Hostelería, que suma uno de cada diez puestos de trabajo del sector privado en Ceuta, va a tener que seguir esperando para despejar su futuro en lo que la regulación de las terrazas se refiere a la vista de lo manifestado este viernes por el portavoz del Gobierno de la Ciudad Autónoma de Ceuta, Jacob Hachuel, en la rueda de prensa posterior al Consejo de Gobierno. Hachuel ha dejado muy claro que el Ejecutivo lo último que quiere ahora es que parezca que abre la reforma de la regulación por lo que ha sucedido en la plaza de Ricardo Muñoz con el bar del consejero de Festejos, Fernando Ramos.

El Tokio pagará una multa de 3.000 euros, retirará la terraza y solicitará el cambio de pub a cafetería –tal y como tienen el resto de locales de la plaza- lo que le permitirá volver a instalar mesas fuera si cumple con la normativa, según ha informado Hachuel, que ha tenido que contestar más de una decena de preguntas sobre el asunto.

Hachuel ha asegurado que ha dado orden a la policía para que gire visita y levante acta de si se está cumpliendo con lo dictado por la Ley o no, pero no se ha hecho aún. Según Hachuel, “Ramos ha insistido en que no quiere que se le dé trato de favor” en el asunto y no piensa ni en recurrir la multa de 3.000 euros.

Para Hachuel toda la polémica se habría evitado si el Tokio fuera cafetería en lugar de pub, algo que el propio negocio tiene opción de solicitar a la Consejería de turno, que es la de Fomento.

Ramos por su parte, según el consejero, ha dejado claro que aunque el negocio es de su propiedad, desde que es consejero y por tanto lo hace a tiempo completo, ha dejado todas las decisiones de sus negocios en manos de sus gerentes.

Tanto la Cámara de Comercio como la propia Confederación de Empresarios han venido pidiendo de forma reiterada que se reviste la regulación de las terrazas, que ha venido generando dolor de cabeza y disgustos al sector, cierres incluidos, desde que se aprobara al inicio de la pasada legislatura bajo el mando en Fomento y Medio Ambiente del hoy senador, Guillermo Martínez. La petición ha llegado incluso al actual responsable, Néstor García, que ya ha mantenido varias reuniones con los empresarios a los que les había prometido revisarla. En su día el principal partido de la oposición, Caballas, ya advirtió de que la regulación aprobada era incumplible.

Básicamente lo que viene pidiendo la hostelería es una regulación clara que no deje todo el arbitrio del técnico de turno y que mejore los actuales horarios de apertura e instalación de las terrazas acercándolos más a los que disfrutan otras zonas de interés turístico como la Costa del Sol o capitales como Madrid.

Ni dimisión ni recurso por el momento

Hachuel también ha acusado al “líder de la oposición”, el socialista Manuel Hernández de “bisoñez” al realizar su petición de cese y la del propio Ramos por el asunto de los 60.000 euros que se le pide a la Ciudad de forma subsidiaria por lo sucedido en Ricardo Muñoz.

Según Hachuel no ha sabido dirigir su petición de dimisión dado que el trámite que se sigue es que la Policía emita informes, que los avalen los jurídicos y que Fomento que es quien tiene competencias, no Gobernación o Festejos, tome alguna decisión. Sin que esa explicación signifique para Hachuel que la dimisión habría que pedírsela a García.

Respecto al recurso contra la condena a pagar 60.000 euros de forma subsidiaria, el Ejecutivo sigue esperando el informe de los servicios Jurídicos para recurrirla o no.

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